La vida es inseguridad. Cada nueva situación nos lleva a una inseguridad progresivamente más profunda. Es un juego en el que nadie sabe cuál será el siguiente paso. ¡En esto radica la belleza de la existencia! Si fuera predecible, no valdría la pena vivir la vida; si todo fuera tal y como deseáramos que fuese y no hubiese lugar para la incertidumbre, no seríamos seres humanos sino máquinas, ya que solo para ellas todo es seguro y cierto.
El hombre vive en libertad. La libertad necesita inseguridad e incertidumbre.
Tiene en sus manos una herramienta poderosa para ayudarle a recuperar lo que ha perdido. La fe ve lo invisible, cree lo increíble y alcanza lo imposible. Nehemías vio un problema. Lloró, analizó, planificó y actuó. No se quedó sólo lamentándose por lo perdido; de eso encontró fuerzas para hacer algo por reconstruir de nuevo. No sólo organizó a todo un pueblo, no sólo reconstruyó los muros caídos que protegían la ciudad, también reconstruyó la ciudad y le devolvió la fe a la gente. Muros caídos que dejan a la gente vulnerable e indefensa ante tantos ataques. ¿Cómo lo logró? La generación de este tiempo necesita aprender de Nehemías, un restaurador de esperanzas. Somos soldados perdidos en acción. Nos buscan. Nos buscan desesperadamente y lo que encuentran, muchas veces, da dolor y vergüenza. Nuestra ausencia, física y emocional ha dejado a nuestras familias confundidas, llenas de amargura, dolor e inseguridad. La gente que amamos se la pasan preguntándose todo el tiempo ¿qué fue lo que hice para que me haya dejado solo o sola? La verdadera hombría y la verdadera femeneidad deben regresar. Debemos colocamos de nuevo en nuestro lugar para lograr levantar nuestros muros caídos, volver a ser y productivos, volver a ser eficientes, volver a ser creativos y recuperar lo que hemos perdido.
A los jóvenes de hoy los bombardean con mensajes de sus amigos, la internet, la música, las películas... la lista es interminable. Como padres, quizá se pregunten si sus palabras, después de todo, significan algo. De ser así, anímate: todas las investigaciones indican que la influencia más importante en la vida de un joven viene de sus padres. Sí... ¡los padres. En este volumen actualizado, el Dr.Gary Chapman, experto en familia y matrimonio, presenta los recursos que necesitas para comunicarte con tu adolescente. Como declara el Dr.Chapman: «En el fondo, gran parte del mal comportamiento del adolescente reside en que su tanque de amor está vacío. No sugiero que los padres no aman a sus jóvenes; me refiero a que miles de adolescentes no sienten ese amor. Para la mayoría de los padres, no es una cuestión de sinceridad, sino más bien de falta de información sobre la manera de comunicar el amor con eficacia a un nivel emocional».