Una invitación a plantearse una manera propia de vivir y a centrarse en encontrar la felicidad.
La autodependencia, el amor, el dolor y la felicidad son los cuatro caminos que, según Jorge Bucay, conducen a la plenitud del ser humano, cuatro trayectos que cada uno ha de recorrer desde su experiencia personal y a su propio ritmo.
En El camino de la felicidad, Bucay nos habla de la ilusión, el deseo, la acción y el desafío que hay que empeñar para descubrir quiénes somos en realidad. La felicidad es fruto de una búsqueda personal, de un compromiso incondicional con la propia vida. En palabras del autor: «Ser feliz no quiere decir necesariamente estar disfrutando, sino vivir la serenidad que me da saber que estoy en el camino correcto hacia algo placentero, disfrutable, hacia algo que tiene sentido para mí». Para Jorge Bucay, como él mismo anuncia desde el principio, ser feliz no es un derecho, es una obligación.
En esta obra Jorge Bucay, psicólogo argentino, afronta una de las situaciones más complejas y delicadas de la experiencia humana: la pérdida de un ser querido.
Un clásico del camino de la autosuperación.
«El camino hacia la realización personal es difícil y continuo», nos dice Jorge Bucay en sus libros. En esta serie de caminos, el autor nos ofrece unos mapas de territorio para que cada uno de nosotros recorra el suyo propio, a su ritmo y eligiendo el trayecto. «Ser feliz -afirma- no es un derecho solamente; también es, de muchas maneras, una obligación contraída con la vida.»
El camino de las lágrimas es, para Jorge Bucay, «el más duro de los caminos». El sendero del dolor, del duelo y de las pérdidas. Aun así, es un camino imprescindible. Porque no se puede seguir el rumbo si no podemos dejar atrás lo que ya no está con nosotros.
Este libro, que ahora se presenta profundamente revisado, es un clásico del camino de la autosuperación y una referencia forzosa para todos los que han pasado por una pérdida o transitan un duelo; una verdadera hoja de ruta que nos acompaña mientras nos consuela en el doloroso tránsito del desapego.
"Meditar no es cantar un mantra, tampoco es rezar, simplemente es volver a casa y descansar un poco." OSHO Todos hemos experimentado momentos de "llegar a casa" y sentirnos relajados, centrados y sin las inquietudes características de nuestra vida diaria. Con las técnicas, parábolas y meditaciones de Volver a casa, estos raros momentos de "sentirse en casa" se pueden convertir en una constante que impregne todos los aspectos de nuestras vidas.