Este libro entronca con ese increíble verso: «Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». Es una de las verdades más grandes que existe y perder ese lugar jamás es triste porque siempre llegarán otros diferentes y mejores.
«Nuestro bien, pero también nuestro mal, no existen y es cada persona la que con sus pensamientos, sentimientos, palabras y actitudes convierte su existencia en un infierno, un purgatorio o un cielo.» Después de escribir más de cincuenta libros tan positivos como motivadores, Bernabé Tierno aborda en Si puedes volar, por qué gatear el apasionante tema de la superación y el crecimiento personal, fruto de toda una vida de trabajo y de formación dedicada a despertar en sus alumnos y en sus pacientes ese mágico «impulso de volar» que les ha llevado a tener plena fe en sí mismos y en sus capacidades.Si puedes volar, por qué gatear es una guía eficaz para conseguir esa superación personal que desembocará en el bienestar. La clave: ahondar y reflexionar en cada una de las treinta «S» mágicas que el autor nos presenta a modo de motivos de felicidad. Además, estas treinta «S» se sustentan sobre doce pilares o vigas maestras que sujetan el edificio firme y rocoso de nuestro propio crecimiento interior o autorrealización. Bernabé Tierno nos los presenta acompañados en este libro de un fascinante catálogo de «gotas de sabiduría» de los más importantes pensadores de la historia. La obra termina con un sencillo y sentido reconocimiento del autor a las mujeres de siempre y, en especial, a las del siglo XXI, como ejemplo de superación donde los haya.
La vida no es perfecta, pero tu actitud sí puede serlo. Superarte, cambiar o plantearte metas es algo que deber elegir tú. E, independientemente del momento en el que te encuentres y de las circunstancias por las que atravieses, siempre tienes la libertad de elegir cómo enfrentarte a cada situación.
Porque la actitud no lo es todo, pero sí es el motor para alcanzar tus deseos. Y en el mundo hay actitud para todos, y en grandes cantidades. Sal a luchar por la ración que te toca.