Transforma tu vida en sólo 21 días
¿Sientes que te faltan horas al final del día? ¿Sueñas con disfrutar de ti y tu tiempo sin sentirte culpable? A lo largo de estas páginas, emprenderás un proceso de crecimiento personal e introspección con reflexiones, preguntas y ejercicios que te harán replantearte todo lo que conoces, definir nuevos objetivos vitales y establecer un plan de acción realista de 21 días para salir de tu zona de confort y lograr ese cambio que necesitas para cuidarte más y mejor.
Todos los preceptos milenarios de la humanidad nos enseñan: «Deshazte de la ira y adopta el perdón». Como si la ira y el perdón fueran cosas tan opuestas para que uno pudiera abandonar la ira y elegir sólo el perdón. Al crear extremos tan irresolubles, toda la humanidad se ha vuelto esquizofrénica.
Llevamos miles de años hablando del amor, pero ¿dónde está el amor en nuestra vida? Hemos estado hablando del perdón y del servicio a la humanidad, pero ¿dónde está el perdón y dónde está el servicio a la humanidad?
Este libro no propone otro nivel de moralidad religiosa, otro conjunto de instrucciones sobre cómo vivir o cómo comportarse. En este libro, Osho revela todos los matices, examina todas las raíces y arroja luz sobre las intersecciones entre el enfoque oriental y occidental del concepto de perdón, y sus conceptos relacionados de pecado y culpa, vergüenza y arrepentimiento, así como su pasado, presente y consecuencias futuras.
Lejos de ser sentimientos superficiales, los actos de amabilidad (tanto si se dan como si se reciben o simplemente se presencian), son un poderoso elixir que tiene un impacto profundo y duradero en nuestra salud mental y física.
Desde aumentar la alegría hasta apaciguar la mente, la amabilidad no es una simple sensación de bienestar, sino una auténtica fuerza motriz. Relaja el sistema nervioso, disminuye la presión arterial, reduce la inflamación e incluso puede ralentizar el envejecimiento a nivel genético.
Este libro sirve como un faro, instándote a derrochar amabilidad a tu alrededor. Porque en un mundo donde reina la apatía, comprometerse con las cosas es un acto revolucionario. Y cuando lo hacemos, no solo nos enriquecemos nosotros: también llevamos alegría a nuestras comunidades y al resto del mundo.