Hoy tenemos en nuestras manos la capacidad de evolucionar nuestro entorno y de hacer cambios positivos en el mundo. Tenemos acceso a tecnologías que hace unos años habrían sido consideradas ciencia ficción: internet, drones, inteligencia artificial e impresoras 3D, entre muchas otras.
En paralelo, estamos asistiendo a un despertar mundial. La sociedad está entendiendo que no sólo podemos hacer algo, sino que debemos hacer algo por cambiar las cosas. Este despertar está generando un nuevo movimiento dedoers, de emprendedores y de organizaciones que orientan sus actividades para mejorar el mundo.
Todos ellos, conscientes de su poder, están poniéndose manos a la obra para crear soluciones a los problemas que más preocupan a la sociedad, sin esperar que la solución venga de parte de los gobiernos o de las grandes instituciones.
La generación de hoy está rodeada de elementos que absorben sus pasiones y apagan la llama del entusiasmo en sus corazones. ¿Pero sabías que Dios quiere que vivamos vidas apasionadas? Nos creó a cada uno de nosotros con un propósito único y desea que vivamos con sentido e intención. Es más, ¡quiere que nos sintamos entusiasmados con nuestras vidas!
La vida no es una película en la que los superhéroes vienen a rescatarnos de todos los males y, muchas veces, de nosotros mismos. La buena noticia es que tú puedes convertirte en tu propio superhéroe: solo tienes que creértelo y encender tu superpoder interior para empezar a cambiar tu vida y el mundo a tu alrededor.
No va a ser fácil. Seguramente te vas a perder por el camino, tendrás que enfrentarte a muchísimos miedos y revivir muchas heridas para que la conviertas en fortalezas. En este libro Regina Carrot, tu coach de vida, va a darte las herramientas para que centres tus propósitos, para que entiendas que los obstáculos te transforman y para que te des cuenta de que tu fuego interior (tu superpoder) siempre ha estado allí, escondido detrás de miedos y excusas.
Todos los superhéroes han tenido que perderse para encontrar a esa persona que están destinados a ser. Y tú también vas a tener que perderte en el bosque de tus emociones y decisiones, para seguir adelante.