Es un privilegio compartir con ustedes todo lo que he aprendido y experimentado en estos últimos 5 años. Espero que puedan sumergirse en esta hermosa reflexión, no solo para leerla, sino para ponerla en práctica cada día con el propósito de aprender a ser felices, tal como yo he logrado ser en mis 58 años de vida, a pesar de todas las experiencias vividas.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”. Si el hombre en vez de actuar como Adán y Eva queriendo ser dioses, se dejaran guiar por el creador del cielo y la tierra, hace mucho tiempo que hubiésemos logrado alcanzar la felicidad que tanto anhelamos y que esta tan cerca y de manera tan fácil, que a veces se nos hace increíble creerlo.
Desde la noche de los tiempos, la astrología ha constituido un lenguaje simbólico que teje vínculos entre los astros y el ser humano, ayudándole a responder a las preguntas más profundas que le mueven. La carta astral es una fotografía del cielo en el día y la hora de nuestro nacimiento. Esta carta personal es única, llena de misterios y claves psicológicas y espirituales. Planetas, signos y casas son figuras metafóricas que hay que explorar para encontrarse con uno mismo.