Baja a las mazmorras y conoce tus monstruos
· Saluda en el vestíbulo a la persona que muestras al mundo
· Reforma tu cocina y toma conciencia de la importancia de tus decisiones
· Descansa en el dormitorio con la tranquilidad del amor adulto
· Explórate en el baño y conecta con tu sexualidad
· Construye una biblioteca frente a la amenaza del estrés
· Abre la habitación de invitados y aprende a aceptar el pasado
· Disfruta de un jardín cuidado contra la pandemia de la soledad
· Asómate al ático y espera sin miedos lo que venga después
A veces nos recluimos en ella, a veces tendemos un puente para abrirla a los demás, pero todos somos, de una u otra forma, una fortaleza: atrevernos a adentrarnos en ella puede ser la mayor aventura de nuestra vida.
Todas queremos una vida mejor. Una vida que incluya prosperidad, dinero, salud, exito profesional, liderazgo y poder personal. Queremos relaciones más armoniosas, experiencias que nos llenen de felicidad, libertad para tomar decisiones y la sensación de energía sin límites. Y por pedir, que sea sin necesidad de alinearse los chacras ni canalizar el influjo del Universo en nuestro interior.
Pero la realidad es que vivimos en un sistema en el que las mujeres aún parten de una línea de salida diferente a la de los hombres. En la construcción de nuestro universo de posibilidades, aprendemos a soñar más pequeño: nos enseñan que de nosotras se espera la modestia, el segundo plano, el convertirnos en un perfecto acompañamiento. No es solo aquello que objetivamente no ha sido reservado para nosotras: es todo aquello que seguimos sintiendo que no podrá serlo nunca.
María Fornet ha dedicado su carrera a la divulgación de psicología con perspectiva feminista y ha trabajado con cientos de mujeres en su camino a una vida mejor.
Una mujer diseñada por Dios no es precisamente aquella que está exenta
de haber cometido errores, que no a caído ni ha sido quebrantada, si
no aquella a quien se le ha otorgado una nueva identidad, que ha sido
transformada por el alfarero en una nueva críatura, la cual Dios ha levantado
de cada caída con más fuerza y determinación, que ha mantenido el gozo
en medio de la prueba , aquella mujer de Fe inquebrantable a la cual los
procesos vividos le han otorgado como dice la palabra; UN EXCELENTE
ETERNO PESO DE GLORIA, es la mujer escogida por Dios como su
guerrera, fuerte, valiente, virtuosa, benigna y misericordiosa, que no le
teme a los cambios ni huye de las adversidades, aquella que sabe que
sin importar la magnitud de los procesos su victoria ya le fue dada, es
consciente de que Dios se fortalece en su debilidad para hacer de ella
Su perfecto diseño . Esa mujer eres tú, una mujer nueva, diferente y
renovada, UNA MUJER DISEÑADA POR DIOS.