El eterno marido, publicada en 1870, es una novela que Dostoievski escribió entre El idiota y Los demonios, es decir, en su época de madurez creativa. Su protagonista, Alekséi Ivánovich Velchanínov, es un terrateniente cuarentón, hipocondríaco, torturado por recuerdos de actos deshonrosos que no especifica. Se encuentra en San Petersburgo para resolver un engorroso pleito sobre unas tierras y se siente acosado por la presencia de un caballero con un crespón de luto en el sombrero que se le aparece en las calles y en los sueños. Se trata en realidad de un antiguo amigo, Pável Pávlovich Trusotski, con cuya mujer tuvo una aventura hace nueve años.
Un retrato magistral de las luces y las sombras del París de los años treinta por la autora de Suite francesa
Escrita en 1934 y ambientada en un París inmerso en la desoladora crisis económica de aquella década, El peón en el tablero es una pequeña obra maestra sobre el dinero, la deshonra y el dolor de existir en la que Irène Némirovsky retrata con su característica lucidez la desesperación de un hombre marcado por las adversas circunstancias de la época.
Como muchas personas de su generación, Christophe Bohun carece de ambiciones y esperanzas, e incluso de nostalgia. Es un humilde trabajador de una empresa que su padre, James Bohun, un antiguo magnate del acero y del petróleo, se vio obligado a abandonar en manos de su socio tras un sonado fracaso financiero. Es el esposo de Geneviève, irritantemente perfecta, el amante secreto de una prima que ha estado enamorada de él desde la infancia y, también, el asalariado que sacrifica su tiempo, su salud, su vida y su alma a cambio de un modesto sueldo. No obstante, al morir su padre, Christophe encuentra en un cajón un sobre lacrado dirigido a él y, en su interior, una lista con los nombres de parlamentarios, periodistas y banqueros a los que el viejo Bohun había salvado del desastre entregándoles grandes sumas poco antes de la Gran Guerra. ¿Podrá este legado ardiente, esta arma que parece guiar a la redención a través del chantaje, sacar a Christophe de su oscuro letargo?
En estas desgarradoras nuevas memorias, Salman Rushdie -escritor internacionalmente admirado, defensor de la libertad de expresión y ganador del Premio Booker de los Bookers y del Premio de La Paz de los Libreros alemanes, entre otros muchos- narra cómo sobrevivió al atentado contra suvida treinta años después de la fatwa que ordenó el ayatolá Jomeiní contra él.
Por primera vez, y con una franqueza conmovedora, Rushdie habla sobre los traumáticos acontecimientos vividos el 12 de agosto de 2022, respondiendo con la fuerza del arte a la violencia ejercida contra él, y recordándonos el poder que tienen las palabras para otorgar sentido a lo impensable. Cuchillo es una meditación poderosa, profundamente personal y, en última instancia, reafirmante sobre la vida, la pérdida, el amor, el arte... y sobre cómo reunir la fuerza necesaria para ponerse de nuevo en pie.
Like Passages, this groundbreaking book uses the poignant, powerful voices of adoptees and adoptive parents to explore the experience of adoption and its lifelong effects. A major work, filled with astute analysis and moving truths.
En el año 2011, el narrador de esta novela y su familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitiría hacer uso de ella mientras el encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.
á Allí recibieron a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.