Uno de los escasos relatos en la historia de la exploración polar protagonizado por una mujer inusual. Cuenta su vida durante el año que pasó en Groenlandia con ocasión de la expedición de 1891 comandada por su marido, Robert Peary, que habría de ser una de las figuras centrales en la pugna ártica. En la bahía McCormick, al norte de la isla, construyen un refugio en madera y allí convive, en duras condiciones, con la población local. Tras el impacto que le provocan sus extrañas costumbres, nuestra dama comparte experiencias con las mujeres inuit, de cuya vida, hábitos y cultura deja registro detallado en estas páginas. Nos habla del cosido y tratamiento de las pieles con las que se visten, de la comida, de la vida familiar en el interior del iglú, de sus desplazamientos en trineo, del emparejamiento o de hábitos terribles como el infanticidio cuando se quedan viudas. Presencia escenas de extrema violencia hacia ellas y hasta un episodio de Pibloktop, o histeria ártica, fenómeno ligado a la dureza de su condición femenina. Información enormemente valiosa para la incipiente etnología de la época que desconocía la vida cotidiana de las poblaciones aborígenes árticas, pero también asoma en estos diarios el aguijón de la aventura extrema, la observación y registro de la belleza feroz de ese entorno hostil, junto a un plácido canto a la vida al aire libre y el placer de los pequeños detalles. Isabel Coixet se inspiró en esta valerosa mujer para el personaje principal de su película «Nadie quiere la noche».
Desde 1915 hasta poco antes de su muerte en 1941, Virginia Woolf llevó un diario en el que reflexionaba sobre su vida cotidiana, sus procesos creativos, la literatura, sus relaciones personales y la situación política de su época. Este documento es especialmente valioso por la visión que proporciona de su desarrollo como escritora, como se pone de manifiesto en la presente selección, publicada póstumamente en 1953 por su esposo, Leonard Woolf. Además de las múltiples percepciones de una mente brillante, en sus páginas destacan los pensamientos de la autora sobre las obras que estaba escribiendo y sus reacciones a la compleja cultura de su tiempo.