Una edición conmemorativa de El amor en los tiempos del cólera, un gran clásico de Gabriel García Márquez y una novela imprescindible de la literatura contemporánea.
«Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.»
Así empieza una de las historias de amor más maravillosas de la literatura universal. Un amor no correspondido durante medio siglo con un pueblecito portuario del Caribe como escenario. El Nobel de Literatura nos presenta la mágica relación entre Fermina Daza y Florentino Ariza como una mezcla tropical de plantas y arcilla, que el maestro moldea y con las que fantasea a su placer entre los territorios del mito y la leyenda. Los jugos, olores y sabores del trópico alimentan una prosa alucinatoria que se ha ganado el favor de miles de lectores en todo el mundo.
Florence Day escribe por encargo para una de las autoras de romántica más prolíficas de la industria, pero tiene un problema: tras una ruptura terrible, ha dejado de creer en el amor. Para ella, está muerto y enterrado. Y de esto Florence sabe mucho, porque tiene un don que le permite ver fantasmas desde niña.
Cuando su nuevo editor no acepta darle una prórroga para su última entrega, Florence se prepara para decirle adiós a su carrera, pero justo entonces recibe una llamada sobre otra despedida que la obliga a volver a casa. Y, aunque Florence espera encontrarse su pueblo natal casi como lo dejó, se lleva una sorpresa cuando un fantasma inesperado la sorprende en la puerta de la funeraria familiar.
Para ella, el romanticismo ha pasado a mejor vida... pero lo mismo le ha sucedido a Benji, su editor, y su asunto sin resolver hará que Florence se cuestione todo lo que siempre ha creído saber sobre las historias de amor.
Un romance lleno de pasión y ambientado en una oficina. Un héroe gruñón decidido a salirse con la suya y una heroína osada que empieza a preguntarse si bajo los increíbles chalecos de su jefe se oculta un corazón de oro.
Dominic: La despidieron por mi culpa. Tenía un mal día y lo pagué con una persona inocente en una pizzería. Pero Ally Morales no tiene nada de inocente, y lo demuestra durante el primer día en su nuevo trabajo... en mi oficina... después de que mi madre la contrate a mis espaldas. Puede que su personalidad alegre ilumine la redacción de la revista, puede que me guste que discuta conmigo delante de todos y puede que sus ojos marrones y su lengua afilada se hayan adueñado de todas mis fantasías, pero ella es solo un puzzle que quiero resolver. Y si consigo que dimita, quizá tenga vía libre para conocerla... Después podré dedicarme a restaurar el buen nombre familiar y olvidarme de esa morena a la que le encanta bailar y beber cerveza.