Bestiario atípico y sorprendente libro de fábulas en el que la poesía, el humor y la crítica social confluyen para hacer de El Gran Zoo una de las obras cumbre de la poesía latinoamericana.
En esta nueva edición en rústica y mayor tamaño se recogen estos poemas en los que Guillén se torna jovial, irónico y mordaz con la finalidad de construir un zoo como metáfora del mundo.
Arnal Ballester ha sabido establecer un diálogo profundo con la palabra viva del gran poeta cubano a través de unas imágenes cargadas de fuerza y expresividad.
Hannah Brooks parece una profesora de infantil y no alguien que podría matarte con una servilleta, pero en realidad es guardaespaldas y acaban de asignarle una nueva misión: proteger al actor superestrella Jack Stapleton.
Antes, Jack Stapleton estaba en boca de todos y sus fotos, normalmente en playas paradisiacas, surcando las olas como un dios griego, saturaban las revistas de todo el país. Hasta que, tras una tragedia personal hace dos años, se alejó de los focos.
Cuando su madre enferma, él vuelve al rancho familiar en Houston, Texas. Solo hay un pequeño contratiempo: Jack no quiere que su familia se entere de que necesita guardaespaldas, le pide a Hannah que finja ser su novia como tapadera.
Sin embargo, a medida que pasan tiempo juntos, ella empieza a pensar que todo parece casi... real. Y es entonces cuando las cosas comienzan a complicarse, porque para Hannah es pan comido mantener a salvo a Jack, pero es otra historia muy distinta proteger su propio corazón.
En 1872 Carlos de Borbón y Austria-Este, llamado Carlos VII por sus adeptos, entró en España para ponerse al frente de las partidas sublevadas contra el rey Amadeo de Saboya, dando inicio a la tercera guerra carlista. Valle-Inclán, de familia carlista y durante muchos años defensor de "la Causa", dedicó a ella entre 1908 y 1910 tres novelas –Los cruzados de la Causa, El resplandor de la guerra y Gerifaltes de antaño– y dos relatos –Una tertulia de antaño y La corte de Estella– en los que volcó su simpatía por el campesinado y su visceral rechazo a la España surgida de la Restauración. Leído hoy, el ciclo de La guerra carlista, que aquí presentamos en una nueva edición a cargo de Ignacio Echevarría, permite establecer un hilo histórico que llega hasta la Guerra Civil y explicar la evolución de los nacionalismos vasco y catalán.
Palin y Tas cruzan el Portal y entran en el Abismo, donde aguarda Raistlin para llevarlos a presenciar un acontecimiento extraordinario: la asamblea de los dioses. En ella, Paladine accede a la petición de la Reina Oscura y de Gilean, que consiste en retirar los dragones del Bien para que los Caballeros de Takhisis se alcen con la victoria y unifiquen bajo un mando único todas las fuerzas de las distintas razas. De esta manera podrán afrontar la lucha contra Caos y evitar la destrucción de Krynn y de todo lo creado.
La Torre del Sumo Sacerdote cae en manos de las fuerzas de la Oscuridad por primera vez en la historia y el dominio absoluto de Ariakan se extiende rápidamente por Ansalon. Entretanto, Steel Brightblade va a ser ajusticiado por haber dejado escapar a su prisionero, Palin Majere.
Las fábulas ideadas por Herbert George Wells (1866-1946), uno de los padres, acaso el más notable, de la ciencia ficción, han demostrado a lo largo del tiempo mantener un vigor y tocar unos resortes del inconsciente humano que a menudo las han elevado a iconos del mundo moderno. "La guerra de los mundos" (1898), relato trepidante que narra la invasión de la Tierra por los marcianos y que supuso por primera vez la irrupción de seres de otros planetas en el nuestro, marcó en buena medida la fantasía del siglo XX y abrió un filón (el del contacto de los hombres con seres extraterrestres) que no tardó en convertirse en uno de los más importantes de la ciencia ficción, sirviendo de inspiración a numerosos artistas posteriores en los ámbitos de la radio, el cine, la literatura, el cómic y la televisión.
La guerra de los mundos, obra central de uno de los padres de la ciencia ficción, nos invita a realizar un viaje en el tiempo hacia el corazón de las fantasías que, en el siglo XIX, modelaban los cánones de terror, los avances tecnológicos y el choque con ese otro mundo, Marte, del que poco se sabía y todo podía suponerse. Esta edición recupera las magníficas ilustraciones del artista Henrique Alvim Corrêa, publicadas únicamente en 1906 en una tirada limitada que dio vida a «esos monstruos que tenían algo de hongo en su aceitosa piel oscura». Asimismo, permite escuchar la emisión radial de Orson Welles en la que teatralizó la invasión marciana. La publicación de esta obra, rescate de la edición histórica publicada por la editorial L. Vandamm & Co. en 1906, coincide con el 130.º aniversario del nacimiento de H. G. Wells y el 140.º aniversario del nacimiento de Alvim Corrêa.