Bram Stoker pasó los primeros siete años de su vida recluido en su casa a causa de una enfermedad. Su único entretenimiento eran las oscuras leyendas irlandesas que su madre le contaba. No sería de extrañar que esas crónicas hilvanadas con elementos sobrenaturales generaran el caldo de cultivo que llevó a Stoker a convertirse en uno de los más grandes autores de terror gótico. Durante mucho tiempo se consideró «El invitado de Drácula» un primer capítulo eliminado de Drácula, la obra capital de Stoker, si bien el estudio de las notas del autor a partir de los años setenta desechó esta idea y dio pie a otras teorías. Sea como fuere, la historia, que funciona de manera independiente, vio la luz en 1914, dos años después de la muerte del escritor irlandés, como parte de una recopilación de sus mejores relatos. Reunidas de nuevo en esta edición, estas ocho joyas del género demuestran la maestría de Bram Stoker para desarrollar ficciones escalofriantes que pondrán a prueba los límites de nuestro miedo.
Cuando Osric Mordaunt, miembro de la Orden Fyren de asesinos, resulta herido y comienza a perder su poder, se da cuenta de que necesita las habilidades de una sanadora en concreto. Y, como el destino tiene un oscuro sentido del humor, se trata de una integrante de la Orden Haelan, enemiga natural de los Fyren.
Los Haelan, incapaces de conseguir la fi nanciación que les permita encontrar la vacuna para salvar a una oleada de niños afectados por una enfermedad que se creía erradicada, están desesperados... Tanto que, cuando Osric se cuela en su fortaleza para chantajear a Aurienne Fairhrim y lograr que esta le cure, ella se ve obligada a aceptar.
Y conforme Osric y Aurienne buscan tanto el milagro que lo salve a él como la procedencia de la misteriosa epidemia, descubren que, cuanto más abanican las llamas del odio que los une, más sube la temperatura entre ellos.
«Nada traiciona, tanto tiempo después, la mujer que desde hace dos años vive sola junto al mar con un perro y unos libros. Qué otra cosa, decide, sería el impulso, o el deseo, de permanecer abrazada a ese hombre para siempre. Ignora qué habrá en su cabeza dentro de un par de horas, cuando la claridad del día la despeje del todo e ilumine con más crudeza su conciencia. Lo cierto es que en este momento, sin duda alguna, desearía morir si él muriera».
En los años 1942 y 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, buzos de combate italianos hundieron o dañaron catorce barcos aliados en Gibraltar y la bahía de Algeciras. En esta novela, inspirada en hechos reales, sólo algunos personajes y situaciones son imaginarios.