En un tranquilo barrio residencial de Nueva York, un barrio de calles arboladas y acogedoras familias, algunos hogares han recibido una nota anónima:
«Me resulta muy difícil escribir esta carta. Espero que no nos odie. Hace poco mi hijo entró en su casa cuando usted estaba fuera...»
Un chico ha estado curioseando en las viviendas y en los ordenadores de sus dueños. ¿Quién es y qué ha descubierto? Mientras los rumores empiezan a circular y las sospechas aumentan, una mujer aparece asesinada y la tensión llega a un punto insostenible.
¿Están relacionados estos hechos? ¿Quién sabe más de lo que deja entrever? ¿Y hasta dónde están dispuestos a llegar estos simpáticos y apacibles vecinos para proteger sus secretos?
Sophie Winston se enfrenta a todo un reto: organizar la boda de su hermana. Hannah es lo que en Estados Unidos se conoce como una Bridezilla, una novia perfeccionista que no va a permitir que nada ni nadie enturbie el día más feliz de su vida: ni su novio, Craig Beacham, que no le cae bien a nadie y es un auténtico impresentable, ni la sucesión de asesinatos e incidentes que comienzan a pro-ducirse desde que una desconocida aparece ahorcada en la pérgola instalada en el jardín para la ocasión. ¿Estará el asesino sentado del lado del novio o de la novia? ¿O estará de pie en el altar? Sophie debe resolver el asesinato a tiempo para evitar que su hermana cometa el mayor (y tal vez el útlimo) error de su vida.
En su columna semanal en el diario "Heraldo de Aragón", Irene Vallejo ofrece una original muestra de este género periodístico mediante la cual ilumina el fragor cotidiano y la trepidante complejidad del presente con la luz de los clásicos de la tradición europea y, sobre todo, de la antigüedad grecolatina. Como indica el título de esta recopilación de sus columnas, alguien habló de nosotros hace decenas, centenares de años, milenios, y la autora nos enseña que todavía es posible dialogar con el pasado y encontrar apoyo en este rico sedimento de historia, pensamiento y cultura, acumulado durante siglos. Ahora que el estudio de las humanidades está quedando orillado en los planes educativos, resulta más necesario que nunca dejar constancia de que ya Safo, Platón o Spinoza reflexionaron sobre los temas que nos preocupan. En una época dominada por los titulares instantáneos, el vértigo y la prisa, este libro nos habla con la lúcida lentitud de la distancia y el tiempo reposado. Asomándose al pasado, Irene Vallejo proyecta una nueva mirada sobre este mundo cada vez más incierto, confuso y laberíntico, y lo hace con voz precisa y lírica, que tiene la rara cualidad de dirigirse directamente a la experiencia e intimidad de cada lector.