Ganadora del Premio Pulitzer (2011) y elegida como uno de los mejores libros de la década por la revista Time, esta novela está compuesta por trece historias interconectadas que giran alrededor de la vida de Bennie Salazar, antiguo rockero punk envejecido y ejecutivo discográfico, y Sasha, su apasionada y problemática asistente. Una historia generacional con múltiples caídas que abordan desde la contracultura de San Francisco en los años setenta hasta el hastío de los noventa y la incertidumbre posterior al 11S.
Con la música palpitando en cada página, Egan muestra los efectos del tiempo y la tecnología en las personas, así como las transformaciones que provocan en nuestras vidas.
En plena crisis de madurez, Bennie Salazar, que en los setenta formó parte de una banda punk y ahora es un alto ejecutivo de la decadente industria discográfica, se echa copos de oro en el café para recuperar el apetito sexual. Sasha, su asistente, después de haber viajado mucho y no siempre en circunstancias felices, se trata de su cleptomanía con un psicoanalista que viste jerséis estrambóticos. En torno a ellos se despliega una variopinta red de personajes, desde una relaciones públicas que intenta lavarle la cara a un general genocida hasta un periodista que ha estado en prisión por abusar de una estrella de cine adolescente. Con el rock palpitando en cada una de sus páginas, El tiempo es un canalla es un entramado fascinador que pasa por lugares como Nueva York, San Francisco, Kenia, Nápoles o el desierto de California, y cubre un período que va de los años setenta hasta el 2020.