Con el nombre de Leonardo a cuestas y una estética andrógina, la protagonista llega a Tijuana, estafada por un grupo de tratantes. Bautizada como Mónica y cobijada por Rosy, una especie de madre adoptiva, se siente plena y aprende los trucos del que será su mundo: un lugar lleno de traiciones, felicidad, euforia y adicciones. Un par de años después, Mónica pasará de la seguridad de los hoteles y posadas a la hostilidad de la calle y de la Jungla, el lugar más sórdido y desconocido de Tijuana. Con la cuerpa reseca y la voz de su madre en mente, consigue lamerse las heridas y volver a casa. El regreso será un viacrucis y la llegada una bendición. También, será el verdadero inicio.
Esta cuerpa mía es una novela honesta y desparpajada, llena de humor y de música, de amor y sororidad, pero con espacio para el dolor y el odio. Está llena de drogas, peligro e hipocresías; de inyecciones de aceite, lentejuelas y tacones altos; de sexo en las esquinas, hoteles y espacios virtuales. Uri Bleier escribe una novela que huele a calle, sabe a playa y suena a cumbia; una historia que su personaje monta a galope con toda su fiereza y ternura.
Explica la poeta Julieta Valero en el epílogo de Esta ira que las mujeres estamos «desentrenadas para mostrar la ira». «Entonces» se pregunta «¿cómo decir, cómo articular una ira que no responde estrictamente a los hombres, sino a la vida misma, a su designio duro? ¿Y cómo ser capaz de hacer de su objeto precisamente a las hermanas, a las mujeres?»
A esta dificilísima prueba del lenguaje se enfrenta María García Zambrano en su nuevo poemario. Una obra potente que reclama el derecho a expresar la ira y el dolor censurado de las maternidades no hegemónicas.
Como antídoto a la ira, Zambrano recurre al principio budista de que todo está en continuo cambio, que atraviesa la obra como un bálsamo y alcanza su máximo poder sanador en la cuarta y última parte: un canto esperanzador a la belleza que podemos encontrar incluso en los lugares más dolorosos.
Esta vez cumplirán su promesa. Esta vez no caerán en la tentación. Esta vez será diferente.
De vacaciones en la isla del Príncipe Eduardo, Lucy conoce a Felix, un lugareño con el que lo pasa genial. Sin embargo, lo que no sabe es que se trata del hermano de su mejor amiga, Bridget. La química entre ellos es tan innegable como los motivos que tienen para mantenerse alejados el uno del otro, de modo que prometen que no volverán a repetir aquella noche eléctrica que vivieron.
Así que, cada año, Lucy va a la isla y se promete a sí misma que no acabará en la cama de Felix (... otra vez). Lo bueno es que, aunque no puede resistirse a él, de momento ha logrado mantener su corazón al margen.
Cuando Bridget huye de Toronto a una semana de su boda, Lucy la sigue para ayudarla a superar la crisis. Pero, en el proceso, también deberá resistirse al único hombre que encuentra irresistible..., y puede que su corazón no esté tan a salvo de Felix como ella creía.