Los Diarios (I -18-10-1939 a 31-07-1949- y II -12-08-1956 a 16-06-1958) de José Lezama Lima, junto a Cartas a Eloísa y otra correspondencia, constituyen los fragmentos más íntimos de su escritura. En ambos se aprecian las dos grandes pasiones del habanero universal: la amistad y el insaciable apetito por la cultura, no para acumular sino como apropiación estimulante para sus muchas y laberínticas ideaciones.
Nada le es ajeno: lo inmediato ni lo lejano. Transcurren por las páginas de los Diarios las anotaciones y relumbrones que, más tarde, se transfigurarían en la encarnadura de su obra poética, ensayística y narrativa. Alerta, Lezama anota el aguijón, la semilla, el mimbre que su mano transforma.
María Zambrano supo ver en Lezama la “Araña que rodea a la tierra y teje desde dentro la tela que contiene y envuelve el caos […] araña que extraía de su propia sustancia el hilo inasible, la intangible memoria que reproduce en los aires el laberinto que hace permisible habitar el lugar justo del guardián de los ínferos mirándolos sin desafío con la necesaria fijeza.”
Hubo un tiempo en que Marco Tulio Cicerón tenía a Julio César en su mano; de haberla cerrado, lo habría destrozado. La fortuna, sin embargo, les ha llevado en direcciones opuestas: mientras su mayor enemigo marcha hacia el norte para tomar el mando de la Galia, Cicerón se ve obligado a huir de Roma para escapar de sus enemigos. Exiliado, apartado de su esposa e hijos, su vida siempre en peligro, al legendario orador le atormenta ser consciente de que ha sacrificado el poder en aras de sus principios. Su regreso exigirá astucia, destreza y coraje, y durante un tiempo será una vez más el senador más importante de Roma. Pero ningún hombre de estado, por inteligente que sea, está a salvo de la ambición y la corrupción de quienes le rodean. Dictator, la deslumbrante conclusión de la trilogía de Cicerón, fue elegido uno de los mejores libros del año por The Guardian, The Herald, The Sunday Times y The Spectator. Una magnífica novela histórica que nos descubre a un hombre brillante e imperfecto, temeroso y valiente, protagonista de uno de los momentos más convulsos de la Roma antigua: el fin de la República.
Un retrato implacable del alma femenina por la autora de El albergue de las mujeres tristes. Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, comparten sus historias. Natasha, su terapeuta, ha decidido reunirlas en la convicción de que las heridas empiezan a sanar cuando se rompen las cadenas del silencio. No importa el origen ni la extracción social, la edad o la profesión: todas acarrean sobre sus hombros el peso del miedo, la soledad, el deseo, las inseguridades. A veces ante un pasado que no pueden dejar atrás; otras, ante un presente que no se parece a lo que habrían deseado, o un futuro que las asusta. Madres, hijas, esposas, viudas, amantes: guiadas por Natasha, las protagonistas aceptan el desafío de comprender y reinventar sus vidas. Una novela que sorprende, conmueve y deja en vilo: una mirada reveladora y valiente a las relaciones humanas en el mundo de hoy.
DOKTOR FAUSTUS es una reinterpretación de ese gran mito inmortalizado por Goethe. El compositor Adrian Leverkühn representa la cultura alemana misma. Es un hombre brillante, solitario y exigente. Todas estas cualidades se reflejan en su obra, que se descubre como una música rompedora, nueva, radical, de ritmo acelerado y que parece estar al filo de lo imposible. Después de veinticuatro años de grandes éxitos, Adrian vende su alma y renuncia a cualquier posibilidad de amar. Se ha interpretado esta obra como una brillante alegoría del Tercer Reich. Asimismo, es una profunda reflexión acerca de la figura del genio y de las terribles responsabilidades de un gran artista.
Durante treinta años, los habitantes de Little Tall Island han esperado averiguar qué pasó durante el extraño día -el día del eclipse total- en que murió el marido de Dolores Claiborne.
Ahora la policía quiere averiguar qué pasó ayer, cuando la rica mujer para la que Dolores hacía las tareas domésticas, una mujer postrada en la cama, murió repentinamente. Sin otra opción más que hablar, Dolores presenta su conmovedora confesión.
Revela los lazos extraños y terribles a que la han obligado sus secretos.
Revela las abominables consecuencias de un feroz amor maternal.
Revela la ira silenciosa que puede llenar de odio el corazón de una mujer.
Solo Stephen King podría haber imaginado y escrito esta novela, y lo demuestra abriendo de par en par las intimidades más oscuras y los pecados más despreciables de los hombres y las mujeres de un enquistado pueblo de Maine, guiando al lector parla vida subterránea de un municipio de imagen impecable.
«Una novela honesta y escaofriante.» ChicagoTribune
Hace diez años la Asociación de Academias de la Lengua Española pensó este Quijote para todos. Hoy se reedita -en edición limitada- para conmemorar los 400 años de la muerte de su autor. Los años 2015 y 2016 conforman un bienio de aniversarios cervantinos. A la celebración del IV Centenario de la publicación de la segunda parte de Don Quijote (2015), le sigue, en 2016, la conmemoración del IV Centenario de la muerte de su autor, Miguel de Cervantes. Como ocurrió hace más de una década, las Academias de la Lengua Española y la editorial Alfaguara se unen a esta celebración con la reedición de este clásico universal, que llevaba siete años fuera de las librerías. Esta edición reproduce el texto crítico y las notas de Francisco Rico, a su vez coordinador del volumen, y se completa con estudios de escritores y filólogos de la talla de Mario Vargas Llosa, Francisco Ayala, Martín de Riquer, José Manuel Blecua, Guillermo Rojo, José Antonio Pascual, Margit Frenk y Claudio Guillén.Como novedad, la presente edición cuenta con un prólogo de Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, escrito especialmente para la ocasión. La crítica ha dicho... «Lo considero un libro para el siglo XXI.» Mario Vargas Llosa «Uno de los grandes acontecimientos literarios del año.» ABC «El volumen tiene una sobria y elegante presentación y una cuidadísima realización.» José Andrés Rojo, El País