Un libro imprescindible para los seguidores de Bukowski.
Tras publicar más de cincuenta libros en vida, muchos relatos y artículos importantes de Bukowski continúan dispersos o inéditos. Este volumen es una antología de esta obra desperdigada. Empezando por los primeros cuentos que publicó en revistas a finales de la década de 1940, el libro brinda al lector un viaje contracultural por las batallas literarias de los cincuenta, la agitación psicodélica de los sesenta, los placeres narcisistas de los setenta y la distopía reaganista de los ochenta.
En la oscura nave de la estación de Amberes ?así empieza su historia el narrador? había un hombre joven, rubio, con pesadas botas de excursionista, pantalones de faena azules y una vieja mochila, ocupado intensamente en tomar notas y hacer dibujos en un cuaderno. El narrador lo observa fascinado y comienza entonces una relación que se desarrolla durante decenios. Jacques Austerlitz se llama el enigmático extranjero. Vive en Londres desde hace muchos años pero no es inglés. En los años cuarenta, siendo un niño judío refugiado, llegó a Gales y se crió en casa del párroco de un pequeño pueblo, con el predicador y su mujer, personas mayores y tristes. El chico crece solitario y cuando conoce su verdadero origen y su nombre verdadero, sabe también por qué se siente extranjero entre los hombres. Sebald recoge en este libro la historia de un ser trastornado, desarraigado. Busca en el pasado, que revive una vez más en el denso lenguaje de uno de los narradores más importantes y originales de nuestro tiempo.
A mediados de la decada de 1930, W. B. Yeats recogió en un solo tomo, con el nombre de Autobiografías, seis textos escritos en diferentes epocas. Constituyen unas memorias que abarcan sus primeros 58 años de vida, desde su infancia hasta el momento en el que obtuvo el Premio Nobel de Literatura. En ellas ofrece su opinión sobre personajes destacados de su epoca, como Oscar Wilde, George Bernard Shaw o los pintores prerrafaelitas, y de otras anteriores como Percy B. Shelley. Aanaliza tambien su propia obra como poeta y dramaturgo, relata sus esfuerzos por fundar el famoso teatro Abbey de Dublín y se detiene en su relación con el nacionalismo irlandes y la fascinación que llegó a sentir por el ocultismo y las visiones paranormales.