Marcel Proust escribe con una diferencia de cinco años, de tres si nos atenemos a la fecha del último "salón" publicado (1905) y el primer "pastiche" (1908), estos dos conjuntos de textos presididos por una idea absolutamente distinta. Si los Salones pertenecen al mundo en que se ha movido la primera juventud del autor y en el que ha nacido su primer libro, Los placeres y los días (1896), en El caso Lemoine se trata de una gimnasia del oficio de la escritura, de un ejercicio de análisis de estilos ajenos a traves de un caso de crónica de sucesos: la estafa de un tal Lemoine a la más alta compañía de diamantes del mundo. En los Salones encontramos un Proust alabancero, que reseña, bajo pseudónimo y en Le Figaro, actos sociales de ese mundo aristocrático con el que más tarde saldaría cuentas críticas en distintos volúmenes de A la busca del tiempo perdido, su obra capital (en 'La parte de Guermantes' y 'Sodoma y Gomorra' sobre todo, y tan acerbas como en el viscontiniano "Baile de las Cabezas" de 'El tiempo recobrado').
Peggy y Molly son las hijas, y modelos, de Thomas Gainsborough, uno de los retratistas ingleses más famosos del siglo XVIII. Ellas, además de hermanas, son muy buenas amigas. Sus juegos favoritos son espiar a su padre en su estudio y sacar de quicio a su madre, preocupada desde muy pronto por cómo presentar a sus hijas en sociedad. Pero su universo infantil se quiebra cuando Molly empieza a sufrir unos extraños ataques en los que pierde conciencia de la realidad. Peggy asume en secreto el cuidado de su hermana, pues sabe que, si se descubre su enfermedad, será internada en un manicomio. Así crecen las dos, hasta el día en que Peggy se enamora de un amigo de su padre, el encantador compositor Johann Fischer. Su romance con Johann desencadena una amarga traición y obliga a Peggy a cuestionarse el vínculo tan estrecho que tenía con su hermana.
Las hijas del pintor es una novela tierna y oscura sobre dos jóvenes que se desviven por asemejarse a la imagen idealizada de ellas que su padre enseña al mundo en sus retratos. Es la lucha de dos hermanas por entender la historia de un pasado familiar que les ha sido escamoteado.