EL MÁS TRÁGICO Y MODERNO DE LOS AUTORES TEATRALES DE LA ANTIGÜEDAD.
Este primer volumen de las tragedias de Eurípides, el más inquieto y apasionado de los tres grandes autores trágicos griegos, incluye, además de una nueva introducción general a cargo de Lucía Romero Mariscal (Universidad de Almería), incluye las obras: El Cíclope, Alcestis, Medea, Los Heraclidas, Hipólito, Andrómaca y Hécuba.
En un artículo publicado en 1894 la novelista inglesa Sarah Grand acuñaba la expresión «Nueva Mujer» para referirse a las mujeres que, rebelándose contra el abnegado papel que les había tocado desempeñar en la era victoriana, empezaban a desafiar convencionalismos y normas sociales y luchaban por ser independientes profesional, política y emocionalmente. No necesariamente militante, aunque siempre enérgica, la Nueva Mujer dio pie a un nuevo prototipo de heroína en literatura: por primera vez pudieron leerse relatos protagonizados por mujeres escritoras, periodistas o detectives, que ejercían la medicina o administraban un banco; mujeres que abandonaban sin melodramatismos a sus maridos, incluso el mismo día de la boda, o que veían la muerte de éstos como una auténtica liberación; mujeres que conseguían que los hombres entablaran con ellas relaciones en pie de igualdad.
Con las tragedias de Sófocles (siglo v a. C.), podría decirse que el teatro alcanza su plena consolidación como genero literario en el sentido moderno del termino. Por un lado, se introduce una serie de innovaciones formales que darán a la pieza teatral un perfil escenico en buena medida definitivo. Y, por otro lado, eso está al servicio de intereses de fondo más importantes: Sófocles plasma la problemática del individuo aislado, representado en el heroe trágico que se caracteriza por una grandeza extraordinaria, una soledad doliente y una impotencia trágica ante fuerzas superiores.