En los tiempos de incertidumbre durante la guerra de Secesión en la década de 1860, cuatro hermanas no podrían ser más diferentes: por una parte, Meg, a quien le gusta hacer las cosas de forma racional y sensata; por otra, Jo, inconformista y con ambiciones de escritora; luego Beth, que amorosamente procura mantener a la familia unida, y Amy, una benjamina que en ocasiones se da demasiada importancia y exagera un poco su clase social. Mientras el padre lucha en la guerra, las cuatro muchachas aprenden a valerse por sí mismas con el apoyo de su madre y descubren que no siempre es fácil para las mujeres jóvenes conquistar un lugar en el mundo. Pero a pesar de los numerosos obstáculos, las hermanas aprenden a abrirse camino y, cada una a su manera, se convierten en personas adultas e independientes.
Por obras tan rotundas como El amante de Lady Chatterley o El arco iris, David Herbert Lawrence (1885-1930) no solo pasó a la historia de la literatura, sino que lo hizo como un provocador e incómodo crítico de la sociedad, pero también –y en ocasiones de forma injusta– como un autor erótico, decididamente obsceno al que había que leer a escondidas.
El conjunto de su narrativa breve, sin embargo, viene a demostrar que la literatura de Lawrence podía ser tan compleja y variada como lo fue su autor –poliédrico, dinámico, puro instinto, arrebato y pasión–, y despertar la admiración de autores como Ezra Pound, Ford Maddox Ford, E. M. Foster, Anthony Burgess o Aldous Huxley.
UNA OBRA MAESTRA UNIVERSAL Y ETERNA por primera vez en versión íntegra y traducción directa. Edición de lujo. El libro de la almohada es, probablemente, la obra clásica japonesa más leída en Occidente. Escrita a modo de diario íntimo por Sei Shonagon, al servicio de la emperatriz, nos permite acceder a la refinada corte de Heian y nos muestra, sin reparos, los deleites, las inquietudes, las veleidades y las predilecciones de una escritora única. Estas páginas, que pulverizan los siglos y las distancias culturales, narran la vida en la corte imperial de Japón de finales del siglo x a través de los ojos de una mujer excepcional ―inteligente, pícara, quizá algo vanidosa, pero de sensibilidad delicada y talento desbordante. Un libro que demuestra que los clásicos no son clásicos porque lo digan los académicos sino porque, por muchos siglos que pasen, siguen resultando frescos como el primer día. «La prosa de Sei Shonagon es transparente. A través de ella vemos un mundo milagrosamente suspendido en sí mismo, cercano y remoto a un tiempo, como encerrado en una esfera de cristal». Octavio Paz Presentamos por primera vez la versión íntegra, anotada y en traducción directa, de esta obra maestra de las letras japonesas, complementada con un amplio glosario cultural ilustrado.