La vida contada por un sapiens a un neandertal, La muerte contada por un sapiens a un neandertal y La conciencia contada por un sapiens a un neandertal forman el proyecto literario más original de los últimos años. El paleontólogo Arsuaga y el escritor Millás se propusieron, hace cuatro años, levantar el gran relato sobre la existencia.
Iniciaron así un viaje a lugares especiales, algunos desconocidos o poco accesibles, pero otros, espacios de la vida común donde hablar de los orígenes del ser humano, de nuestra evolución como especie y como individuos, de por qué se produce el proceso de envejecimiento, de la muerte, y del mayor enigma del ser humano: el cerebro. Es la vida, en todo caso, lo que late en estos libros. La mejor de las historias.
Peñas arriba, publicada a principios de 1895, alcanzó un éxito inmediato por su capacidad de captar las dimensiones simbólicas de un paisaje, el de la montaña cántabra, que aparece contrapuesto a la vida sofisticada y mendaz de la urbe. En el frívolo y mundano Marcelo y en la relación que establece con su tío, el ejemplar don Celso, se cifra ese camino de regreso a lo natural.
En su edición para la Biblioteca Clásica, Laureano Bonet sitúa el "realismo regionalista" de Pereda en su contexto estético e ideológico (tradicionalista y antiliberal), ubica la novela en unas coordenadas europeas más amplias y le insufla, además, una mirada renovadora, de orden antropológico, que la aproxima a angustias de nuestro propio tiempo.
Para el establecimiento del texto se ha escrutado detalladamente el difícil proceso de redacción de la novela -interrumpida por el suicidio del hijo-, cuyo autógrafo se conserva, y se han tenido en cuenta la primera edición y la que se incluyó en las Obras completas del autor.
Todas las literaturas han conocido el sueño de un mundo ideal, de pasiones y valores absolutos. El Renacimiento lo concibió con disfraces de pastor; en España, bajo los rasgos de La Diana, que gozó de un enorme éxito editorial desde su publicación (1558-1559).
Con una trama geométrica, perfecta, y con una sapientísima mezcla de naturalidad y artificio, la obra maestra de Jorge de Montemayor ofrece a un tiempo una absorbente novela psicológica y una enciclopedia de la erótica renacentista.