Creado por el genial dibujante Morris en 1946, Lucky Luke fue durante años una parodia del cowboy justiciero y vagabundo que aparecía en centenares de westerns cinematográficos. Sin embargo, la llegada del portentoso guionista René Goscinny imprimió un giro a la serie, insuflando en ella grandes dosis de sutileza e ironía, y elevando al protagonista (y a sus enemigos, los Dalton) al Olimpo de los cómics.
Dos jóvenes se encuentran una tarde de septiembre en un casino alemán; no se conocen ni son presentados; pero él, Daniel Deronda, mira cómo ella, Gwendolen Harleth, juega y pierde a la ruleta. A ella su mirada le parece de «una ironía exasperante». Daniel, hijo adoptivo de un barón liberal que lo ha tratado siempre con cariño y educado impecablemente, pero nunca le ha dicho quiénes son sus padres, vive con un sentimiento de ilegitimidad pero tiene una personalidad afectuosa y sentimientos delicados: es capaz de hacer grandes gestos por los demás. Para Gwendolen, en cambio, los demás solo están para admirarla: está decidida a ser feliz… como mínimo a no dejar pasar la vida igual que otros; y además afirma: Cuando apunto no puedo evitar dar en el blanco. Pero su familia no tardará en caer en la ruina y su única vía de escape será casarse con un hombre rico al que crea que pueda dominar. Deronda, por su parte, rescata de ahogarse en el Támesis a una muchacha judía que ha huido de un padre explotador y se encarga de velar por su porvenir. Las relaciones de estos personajes se entrecruzan de las formas más inesperadas, creando una tensión presidida por el desafío de llevar una vida nueva y desconocida.
Pídeme lo que quieras
Tras la muerte de su padre, el empresario Eric Zimmerman viaja a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa de la que se encapricha. Judith acepta formar parte de sus juegos sexuales. Pero la relación se intensifica y Eric teme que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.
Pídeme lo que quieras, ahora y siempre
Después de provocar su despido, Judith decide alejarse de Eric. Para ello se refugia en casa de su padre. Él le sigue el rastro. Las fantasías sexuales están muy vivas, pero esta vez Judith impondrá sus condiciones. Todo vuelve a la normalidad, hasta que una llamada los envía a Múnich. Lejos de todo, y con la aparición del sobrino de Eric, tendrá que decidir si darle una nueva oportunidad.
Pídeme lo que quieras o déjame
Judith y Eric regresan de su viaje tras una boda de ensueño. Él es el hombre más feliz del mundo y no se imagina su vida sin ella; pero, los celos y el afán de protección de él los enfrentan. Judith está encantada con su Iceman particular, aunque se llene el cuello de ronchones. Disfruta de sus juegos sexuales, excepto cuando le susurra que uno de sus mayores deseos es tener un hijo.
Pídeme lo que quieras y yo te lo daré
Eric Zimmerman y Judith Flores siguen tan enamorados como el primer día. Juntos han formado una preciosa familia. Björn y Mel continúan con su historia de amor junto a la pinsesa Sami. Aunque Björn no consigue que Mel se case con él. Ambas parejas se quieren y se respetan, hasta que de repente personas y sorpresas del pasado irrumpen en sus vidas y lo ponen todo patas arriba.