Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, no puede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se ha convertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.
Contra todo pronóstico, ambos aceptarán la invitación de su padre sin que este imagine que todos tienen una agenda oculta.
Los altruistas es una oscura y divertida saga familiar que afronta la división entre los babyboomers y su descendencia millennial, que nos recuerda que todos cometemos errores y que, de alguna manera, lo importante es encontrar el camino de vuelta.
San Petersburgo, 1915. Tonya es una joven aristócrata casada con un hombre que la trata como una posesión más. Vive en un mundo lleno de lujos, ajena a las tensiones que están por desatar una revolución que cambiará para siempre la historia de Rusia y del mundo. Cuando conoce a Valentín, un bolchevique que representa la liberación de todas las ataduras que le han sido impuestas, no se imagina que entregarse a esa pasión la arrastrará por un laberinto de secretos, venganzas y tragedias que afectarán su vida y la de sus descendientes.
A punto de salir de prisión, Nate McClusky comete un grave error y su familia y él son condenados a muerte. Así lo sentencia Craig el Loco, líder de la mafia blanca Acero Ario, desde la celda de máxima seguridad donde cumple cadena perpetua. Un decreto ineludible, pues todo nazi supremacista de California responde al Acero, que compite contra los cárteles mexicanos por el control del narcotráfico en el Estado.
Unas horas después de ser puesto en libertad, Nate roba un coche y, por primera vez en su vida, va a buscar a su hija al colegio. Aunque Polly McClusky todavía no lo sabe, a su madre ya la han asesinado y su padre viene para ponerla a salvo. A sus once años, Polly es tímida, de inteligencia vivaz, y apenas conoce a Nate, pero juntos se lanzan a la carretera por una California desértica y llena de moteles y lugares inadecuados. Polly deberá madurar a toda prisa si quiere sobrevivir y salvarle la vida a su padre.
Diario de paternidad, «carta al hijo» y ficción pura conviven en extraordinaria armonía a lo largo de este libro.
Aunque este singular e inclasificable libro de Alejandro Zambra se llama Literatura infantil, conviene advertir que incluye un magnífico cuento que gira en torno al lenguaje grosero y un relato directamente lisérgico en que un hombre intenta, en pleno viaje terapéutico de hongos, volver a aprender el dificilísimo arte de gatear. En caso de que algún niño llegara accidentalmente a estas páginas, debería leerlas en compañía de un adulto, a pesar de que aquí son precisamente los niños quienes, a su manera, protegen a los adultos del desánimo, el egocentrismo y la dictadura del tiempo cronológico.
Anna y Tom son una pareja de jóvenes que trabajan como diseñadores gráficos desde casa. Aprovechando la flexibilidad de movimientos que les proporciona su profesión, deciden instalarse en un luminoso apartamento en Berlín, capital cosmopolita por antonomasia, donde creen que podrán hacer realidad sus sueños.
Esos sueños pasan por vivir sin ceñirse demasiado a las convenciones, reinventar códigos de conducta y explorar nuevos espacios. Ellos disfrutan con pasión de la comida, trasnochan, se dejan caer por fiestas ilegales, quieren creer que son una pareja abierta a la experimentación sexual, se esfuerzan por comprometerse con ideales políticos progresistas cuando se produce la crisis de los refugiados…
Sin embargo, el tiempo pasa, la monotonía empieza a asomar, los amigos regresan a casa y tienen hijos, el trabajo creativo deviene rutinario y los ideales que parecían al alcance de la mano se muestran esquivos… Anna y Tom se sienten atrapados, empeñados en encontrar algo puro y verdadero. Pero ¿realmente existe?
La presente edición, con la incorporación de los textos nuevos, prosigue con el recorrido de coherencia y exigencia agudas, de una factura implacable, dibujado entonces.
Como cuenta el mismo Michel Houellebecq: «Aunque no pretendo ser un artista comprometido, en estos textos me he esforzado por persuadir a mis lectores de la validez de mis puntos de vista: rara vez en el plano político, mayoritariamente sobre temáticas sociales, de vez en cuando a nivel literario.
Chevreuse: una palabra. Chevreuse: un lugar. Chevreuse: un escenario de la memoria. Jean Bosmans regresa, acompañado de dos amigas, a una casa en la que vivió de niño. Allí, en los años cuarenta, vivió también un personaje turbio y escurridizo, Guy Vincent, estraperlista que acababa de salir de la cárcel y después desapareció sin dejar rastro. Ayudado por su amiga Camille, Bosmans inicia una indagación en sus recuerdos y en las derivas que estos tienen en el presente. En el pasado hay un escondrijo secreto, que acaso contenga un tesoro. En el presente hay otra casa, una en cuyo salón con divanes se reúnen desconocidos; y también hay una chica que cuida del hijo del propietario, un hombre con el que se produce un encuentro en un café, secretos que parecían olvidados y reemergen provocando la codicia, o el simple deseo de entender lo que sucedió…
La nueva obra del Premio Nobel Patrick Modiano es una novela policiaca poblada por fantasmas; una novela de iniciación en torno a una búsqueda; una novela sobre la memoria y sus laberintos; una novela sobre el misterio de la existencia humana. Una enigmática, seductora y deslumbrante indagación en la que son más importantes las preguntas que las respuestas.
Basho no habría oído zambullirse la rana y hacer ruido en el agua sin el permiso del indecible Tao. * El Tao lo que hizo fue jugar con Basho, la rana y el agua para facilitarle al poeta el gran hallazgo.