Natalie Waite tiene diecisiete años. Nacida en el seno de una familia asfixiante constituida por el padre, escritor mediocre y egocéntrico, y la madre, un ama de casa neurótica, llega el día en que se marcha a estudiar. Es posible que justo antes de irse pasara algo que no quiere o no puede contar. Pronto, ya en la universidad, su vida se transformará en un aterrador juego de espejos. Exploración magistral y perturbadora de la psique de una adolescente atribulada, Hangsaman (1951) se ha descrito como una novela de formación y también como una novela de campus, pero esas definiciones se quedan cortas. Aunque incluye elementos de ambas, además de un toque satírico, las vicisitudes de la protagonista acontecen en el límite con la pesadilla. La narración rezuma ambigüedad. La realidad es esquiva.
Un hombre conduce sin un rumbo en mente, hasta que su coche queda atascado al final de una pista forestal. Es una tarde de finales de otoño, ya casi no hay luz y comienza a nevar. En lugar de volver caminando hacia atrás en busca de ayuda o quedarse en el coche, de forma imprudente y sin saber muy bien por qué, el hombre decide adentrarse en el bosque. Inevitablemente, se pierde, y la noche sigue avanzando. Cuando el agotamiento y el frío empiezan a vencerlo, vislumbra un extraño resplandor en medio de la oscuridad.
Blancura es la última novela de Jon Fosse. El autor galardonado con el Nobel arrastra al lector en una narración enigmática, inquietante e hipnótica: una lectura tan breve como intensa.
From the New York Times bestselling author of Start With Why and Leaders Eat Last, a bold framework for leadership in today’s ever-changing world.
How do we win a game that has no end? Finite games, like football or chess, have known players, fixed rules and a clear endpoint. The winners and losers are easily identified. Infinite games, games with no finish line, like business or politics, or life itself, have players who come and go. The rules of an infinite game are changeable while infinite games have no defined endpoint. There are no winners or losers—only ahead and behind.
The question is, how do we play to succeed in the game we’re in?
In this revelatory new book, Simon Sinek offers a framework for leading with an infinite mindset. On one hand, none of us can resist the fleeting thrills of a promotion earned or a tournament won, yet these rewards fade quickly. In pursuit of a Just Cause, we will commit to a vision of a future world so appealing that we will build it week after week, month after month, year after year. Although we do not know the exact form this world will take, working toward it gives our work and our life meaning.
Leaders who embrace an infinite mindset build stronger, more innovative, more inspiring organizations. Ultimately, they are the ones who lead us into the future.
«No soy epiléptica, tengo epilepsia». Esta aseveración, pronunciada con la furia eléctrica que habita en Lily, la protagonista de este libro, es una de las múltiples puertas de entrada a una historia, jamás mejor dicho, deslumbrante. Una novela donde la enfermedad es presente cotidiano, la búsqueda convierte al pasado en futuro inmediato y las relaciones humanas se enfrentan a su condición determinante: la ruptura constante y repetida que antecede a la reconstrucción. Aunque se ha dicho hasta el cansancio que leer es habitar un espacio diferente, encontrar un libro que encierra al lector en los acontecimientos narrados es tan extraño como doloroso, más cuando se trata de vivir una enfermedad que no nos ha sido destinada, padecer la urgencia de una investigación que de testigos nos convierte en cómplices, experimentar la dualidad amor-odio que gobierna las relaciones de Lily con los otros, pasear por un Londres que se come a sí mismo y a sus habitantes, deambular por los pasillos de hospitales que parecen cementerios. Ray Robinson, en su primera novela, ha logrado lo que tantos escritores buscan durante toda su vida: entregar a sus lectores una experiencia sinestésica, una historia absoluta. Hacernos sentir las descargas de energía que recorren la piel en un ataque, inmovilizarnos los brazos y las piernas, descontrolar el castañeo de nuestros dientes, deslumbrarnos con la luz blanca y destellante que lo gobierna todo mientras la electricidad toma posesión de nuestros cuerpos.
Fadhil al-Azzawi (Kirkuk, Irak, 1940), afincado en Berlín desde hace más de cuarenta años, es la cabeza visible del llamado grupo de Kirkuk. Poeta, novelista, memorialista, periodista, ha cultivado todos los géneros y su figura se ha ido engrandeciendo con el paso del tiempo. Dotado de una imaginación portentosa y de una capacidad de observación fuera de lo común, es un poeta lúdico y versátil, natural. Se presenta aquí una selección de sus Obras Poéticas. En su larga vida Fadhil al-Azzawi ha publicado una docena de recopilaciones de versos. La mayor parte de su vasta y extraordinaria obra permanece todavía inédita en español.
Maravillosa edición ilustrada de Alfaguara Clásicos de Orgullo y prejuicio de Jane Austen, una de las historias de amor más cautivadoras de la historia y un clásico de la literatura universal.La familia Bennet tiene cinco hijas, así que la llegada al vecindario de Mr. Bingley, un joven rico y soltero, es todo un acontecimiento. Mientras Mr. Bingley se embelesa con Jane, la mayor de las hermanas, el altivo Mr. Darcy y la alegre Elizabeth pronto se enzarzan en una serie de desdenes y malentendidos que deberán reconocer y afrontar para poder alcanzar la felicidad.Clásicos inolvidables para disfrutar, compartir y dejar volar la imaginación.
Convertida en leyenda, tanto por su vida como por su obra, Tina Modotti tuvo una existencia llena de pasión y de furia, que encontró en la fotografía el medio ideal para expresar su disconformidad y compromiso con el tiempo que le tocó vivir. Tras dejar su natal Italia y después de un efímero paso por California, donde trabaja temporalmente en Hollywood, su relación con Edward Weston la traslada a México. Ahí se encuentra con un país entusiasta con las vanguardias europeas y los ideales revolucionarios, y se une al grupo de intelectuales y artistas -Diego Rivera, Manuel Álvarez Bravo, Jean Charlot, entre otros- que, indomables como ella, luchan por conquistar su libertad artística y personal. Luego de la muerte de su amante cubano, Julio Antonio Mella, en la que se ve involucrada, su fervor por la causa comunista la lleva a participar en la guerra civil española, hasta que como aislada regresa al México que había albergado sus más profundos anhelos y las más nobles utopías.
La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Japón comienza a levantarse de entre sus cenizas. En los meses que van desde octubre de 1948 a junio de 1950, el tiempo que media entre el comienzo de las negociaciones para casar a una hija y el matrimonio, Ono, un anciano pintor, recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística, en un intento por comprender una realidad cada día más ajena. «No sé de ningún colega que pintara su autorretrato con absoluta honestidad», declara Ono, y la pintura que va trazando de sí mismo y de su época es una versión susceptible de múltiples y contradictorias interpretaciones, una trama compleja de instantes perfectos y decisiones erróneas, de heroísmos y traiciones. Los triunfos del pasado de Ono quizá son ahora, como insinúan sus hijas, que esconden sus cuadros, aquello de lo que debería avergonzarse. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, donde las cosas más bellas se construyen en la noche y se desvanecen en la mañana, para dedicarse a loar un presente más heroico y menos fugaz. Y ahora, el imperio militar que pintó no es más que otro mundo flotante, desvanecido para siempre en la mañana del Japón «democrático» de la posguerra...
Quien quiera enterarse de lo que en realidad ocurrió en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial tendrá que preguntárselo a las mujeres. Así lo ve la autora de este libro, que vivió el final de la guerra en Berlín. Sus observaciones aparecieron publicadas por primera vez en 1954, gracias a los esfuerzos del crítico Kurt W. Marek. Además del epílogo que Marek adjuntó a dicha primera edición en inglés, Anagrama recoge una introducción de Hans Magnus Enzensberger donde relata las vicisitudes por las que han pasado estas memorias desde su creación y la razón por la que la autora decidió no revelar su identidad. En este documento único no se ilustra lo singular sino lo que les tocó vivir a millones de mujeres: primero la supervivencia entre los escombros, acuciadas por el hambre, el miedo y el asco, y posteriormente, por la venganza de los vencedores. «Depurado estilo..., su agudeza analítica y su tema rebasan con creces el mero testimonio» (Cecilia Dreymüller, El País). «Una implacable observadora que no se deja llevar por el sentimentalismo o los prejuicios» (Hans Magnus Enzensberger). «Lo sobrecogedor es que no hay en su testimonio la más leve autocompasión ni truculencia» (Robert Saladrigas, La Vanguardia).