The city of Vukovar, situated on Croatia's easternmost periphery, across the Danube River from Serbia, was the site of some of the worst violence in the wars that rocked ex-Yugoslavia in the early '90s. It is referred to only as the city throughout this taut political thriller from one of Europe's most celebrated young writers. In this city without a name, fences in schoolyards separate the children of Serbs from those of Croats, and city leaders still fight to free themselves from violent crimes they committed--or permitted--during the war a generation ago. Now, it is left to a new generation--the children, now grown up, to extricate themselves from this tragic place, innocents who are nonetheless connected in different ways to the crimes of the past.
Nora is a journalist assigned to do a puff piece on the perpetrator of a crime of passion--a Croatian high school teacher who fell in love with one of her students, a Serb, and is now in prison for having murdered her husband. But Nora herself is the daughter of a man who was murdered years earlier under mysterious circumstances. And she wants, if not to avenge her father, at least to bring to justice whoever committed the crime. There's a hothouse intensity to this extraordinary noir page-turner because of how closely the author sets the novel within the historical record. This city is unnamed, the story is fictional, so it can show us what actually happened there.
This New York Times Notable Book from the #1 New York Times bestselling author of The Underground Railroad is a brisk, comic tour de force about identity, history, and the adhesive bandage industry.
The town of Winthrop has decided it needs a new name. The resident software millionaire wants to call it New Prospera; the mayor wants to return to the original choice of the founding black settlers; and the town’s aristocracy sees no reason to change the name at all. What they need, they realize, is a nomenclature consultant. And, it turns out, the consultant needs them. But in a culture overwhelmed by marketing, the name is everything and our hero’s efforts may result in not just a new name for the town but a new and subtler truth about it as well.
Tempestad en víspera de viernes reúne toda la obra hasta el momento de una de las grandes poetas españolas de la actualidad, Lara Moreno, desde su debut con La herida costumbre y los poemas incluidos en Despues de la apnea hasta los de su último poemario, Tuve una jaula, así como varias piezas ineditas, algunas compuestas durante la pandemia de 2020. El conjunto es una impactante muestra de una poesía íntima, pegada a lo domestico y descarnadamente visceral, en la que Lara Moreno desnuda con ironía, ternura y calado su intimidad, sensual y dolorosamente perturbadora, la realidad cotidiana que la circunda y su condición de mujer. En este sentido, quizá no sea exagerado afirmar que Lara Moreno es a la poesía lo que Lucia Berlin al relato.
La premio Pulitzer y candidata al Nobel Annie Dillard ha dedicado su vida a examinar el mundo a su alrededor con los ojos bien abiertos, bebiendo la vida de manera intensa e implacable. Ya sea observando un sublime eclipse lunar o una polilla consumida en la llama de una vela, el temblor de los nenúfares en un estanque o cientos de mirlos de alas rojas que huyen, el asombro de Dillard ante la fragilidad del mundo natural rejuvenece e inspira placer y angustia. Precisa en el lenguaje y profundamente meditativa en espíritu, esta es una colección histórica de una de las maestras de Estados Unidos.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
Se extinguió en lo más crudo del invierno: los arroyos estaban congelados, los aeródromos casi desiertos, y en las plazas la nieve desfiguraba las estatuas; el mercurio se hundió en la boca del día moribundo. Los instrumentos de que disponemos coinciden en decirnos que el día de su muerte fue un día oscuro y frío.
París, octubre de 1942. Un hombre y una mujer se conocen durante la ocupación de la ciudad. Ella es belga; él, judío. Se casan y tienen dos hijos, uno de los cuales es Patrick Modiano. Durante veinte años viven juntos, pero llevan vidas paralelas. A su alrededor, un mundo extravagante, lleno de personajes que aparecen y desaparecen y que ocupan las habitaciones del apartamento: hombres de negocios cuyas tareas son siempre indefinidas y misteriosas, cínicos aprovechados y estetas de pacotilla, actores mediocres y actrices de tres al cuarto, directores ya consagrados y amantes de personajes famosos, alcahuetes y aristócratas decadentes de dudosa sexualidad. Todos tratan de huir de la guerra y las deportaciones, y de arreglárselas como pueden en la difícil posguerra.
En estas páginas aparece un universo de rostros que Modiano intenta rescatar de las profundidades de la memoria para trazar un pedigrí imposible e indefinido. Pero también un cuadro de una época extraña en la que se presiente el desastre, y en la que los hombres parecen habitar la ciudad como si de una estación de trenes se tratara. Por primera vez, Modiano narra su infancia y su juventud en primera persona. Un texto autobiográfico clave para entender la obra de este autor extraordinario.