El inspector Pàmies, a cargo de la investigación de un macabro crimen en un granero, ha desaparecido. A la búsqueda sin tregua emprendida por Héctor y Marcos, se suma el detective Nico Ros, todavía convaleciente, y la fiel Cas. Mientras tanto, un asesino está sembrando de terror y muerte la comarca.
Una granja lúgubre, una ermita recóndita, un circo con mucho que esconder, mensajes esotéricos, silencios sospechosos, secretos enterrados… A esto y mucho más se enfrentará el detective Ros, días después de los hechos narrados en Marismas.
En Salerno, los días pasan pero no son iguales para Éléonore. Entre sus hogares y sus gemelos adolescentes, no tiene tiempo para eso que llaman la dolce vita. Sobre todo porque Éléonore no consigue olvidar a Marco, de quien acaba de separarse. Mientras observa a los demás, al menos su mente está ocupada, pero al adentrarse en las intimidades de sus clientes, se da cuenta de que las apariencias engañan, y su bien engrasada rutina podría poner su vida patas arriba...
¿Se hará realidad el sueño de su vida?
¿Y si el azar estuviera a punto de barajar todas las cartas?
(Ciclo 984 después de Argia).
En la última y más cruenta guerra entre los hombres, uno de los bandos recurrió al poder prohibido de los dragones a través de Argia, la maga más poderosa que jamás ha pisado el planeta de los dos soles. Dicen que fue tras la destrucción de esa última guerra donde la maga dio a luz al primero de los dragos: mitad humano, mitad dragón.
Muchos Ciclos después, en la insólita península de Terradraga, entre kórtodos, suargos, dracknodones y bograx, dos dragos huérfanos irán encajando las piezas de la historia que los une. Para ello vivirán una trepidante aventura en la que la magia, el amor y el coraje se convertirán en la llama que alimente el fuego de la libertad.
Un relato épico en el que descubriremos los secretos de la Forja: la olvidada escuela de los dragos azules, el poder oculto que puede albergar un misterioso libro, o la forma en la que la música se convierte en símbolo de la resistencia y unión entre los rebeldes de la Llama, un ejército de desheredados unidos para luchar contra la dictadura de la reina Tëesha y el príncipe Crimson.
«Un drago un fuego, unidos un incendio.»
En el caso número 33 de la serie Brunetti, Donna Leon aborda la preocupante cuestión de la violencia en las bandas juveniles. ¿Cómo puede ocurrir algo así en pleno corazón de Venecia, y, lo que es peor, llegar incluso al interior de la questura? Brunetti y Griffoni harán todo lo que esté a su alcance para comprender este fenómeno.
La Piazza San Marco aparece cubierta de cristales: dos bandas juveniles se han enfrentado violentamente en la oscuridad. Mientras la commissario Griffoni confía en su intuición para descubrir cómo un adolescente al que ha conocido recientemente puede acabar atrapado en un grupo así, Brunetti recurre a sus contactos al tiempo que intenta desentrañar el oscuro pasado del padre del joven. Tampoco el vicequestore Patta está tranquilo: hará lo que sea necesario para protegerse a sí mismo y a su entorno de esta alarmante amenaza, una situación que se está tornando especialmente desagradable en una ciudad tan turística como Venecia.
Ella es una joven gitana que huye de su familia para escapar de un matrimonio concertado; el, un relojero que acampa en la frontera y la acoge en su tienda. El encuentro inaugura un entendimiento hecho de diálogos nocturnos, un intercambio de saberes y visiones: ella, que cree en el destino, en las señales, en el dios de las cosas; el, que se siente un engranaje de la máquina del mundo y que interpreta ese mundo según las reglas del juego del Mikado, como si jugar fuera una forma de poner orden en el caos. Un entendimiento que durará toda una vida, incluso en la distancia, y que tendrá consecuencias que reverberarán a lo largo del tiempo: ambos tomarán decisiones inevitables que cambiarán el destino del otro.
Un juego de simetrías, de búsquedas que se solapan y de secretos de familia que son -al mismo tiempo- los de todo un país.
Trece años atrás, Patricio Pron decidió contar por fin una historia que había intentado olvidar por todos los medios: la de cómo la enfermedad de su padre lo obligó a regresar a su ciudad natal –un osario, en su expresión– y de qué manera ese retorno lo confrontó no sólo con un lugar que en nada se asemejaba al que había dejado, sino también con el pasado trágico de su país y de su familia. ¿Por qué había querido desterrarlo de su memoria? ¿De qué huía? ¿No era precisamente esa huida la que lo había convertido en escritor?
A partir de conversaciones en los pasillos del hospital, de fotografías familiares y de la investigación de un asesinato realizada por su padre; de filmes, artículos de prensa, sueños y recuerdos involuntarios de una intensidad devastadora, Pron reunió las piezas de un puzle en el que sus padres y él ocupaban los extremos de una historia de agitación política, violencia estatal, desapariciones y deudas. De ellas surgió un relato sobre la memoria, la verdad, la compasión y la justicia que resuena poderosamente en tiempos como los nuestros, de negación y olvido.