A punto de salir de prisión, Nate McClusky comete un grave error y su familia y él son condenados a muerte. Así lo sentencia Craig el Loco, líder de la mafia blanca Acero Ario, desde la celda de máxima seguridad donde cumple cadena perpetua. Un decreto ineludible, pues todo nazi supremacista de California responde al Acero, que compite contra los cárteles mexicanos por el control del narcotráfico en el Estado.
Unas horas después de ser puesto en libertad, Nate roba un coche y, por primera vez en su vida, va a buscar a su hija al colegio. Aunque Polly McClusky todavía no lo sabe, a su madre ya la han asesinado y su padre viene para ponerla a salvo. A sus once años, Polly es tímida, de inteligencia vivaz, y apenas conoce a Nate, pero juntos se lanzan a la carretera por una California desértica y llena de moteles y lugares inadecuados. Polly deberá madurar a toda prisa si quiere sobrevivir y salvarle la vida a su padre.
Una escritora peruana en Buenos Aires rememora la historia de un accidente llamado familia. Accidente que se prolonga durante años como una herida mal cicatrizada, signo de interrogación que hurga, interpela y desfonda. Compuesta de recuerdos finamente hilados al tiempo de la intimidad, la novela se revela como un ajuste de cuentas entre una mujer y sus padres: narrativa filial con la que la escritura aspira a disipar olvidos, esparcir cenizas y replantear distancias. Pero también, como una declaración de amor y de duelo que no excluye la memoria del maltrato ni la búsqueda de una independencia que autorice al personaje a dejar de ser hija.
Quiénes somos ahora ratifica la incomparable voz de Katya Adaui en el concierto de la narrativa peruana del siglo XXI. Sus notables virtudes técnicas, el refinado puntillismo de su prosa y la sensibilidad para hallar luz entre las sombras familiares hacen de esta novela un acontecimiento literario.
Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, no puede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se ha convertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.
Contra todo pronóstico, ambos aceptarán la invitación de su padre sin que este imagine que todos tienen una agenda oculta.
Los altruistas es una oscura y divertida saga familiar que afronta la división entre los babyboomers y su descendencia millennial, que nos recuerda que todos cometemos errores y que, de alguna manera, lo importante es encontrar el camino de vuelta.
En todas las tradiciones budistas, «tomar refugio» es el primer paso en el camino a la liberación interior. Se trata de un acto de palabra donde se testimonia la confianza en el buda, en el dharma y en el sangha, los tres tesoros. A partir de esta idea, Zeina Abirached y Mathias Énard tejen una entrañable historia sobre la soledad, el amor y la búsqueda de la propia identidad.
Tomar refugio se desarrolla en dos líneas temporales y geográficas: en el Afganistán de 1939, la escritora Annemarie Schwarzenbachvive un idilio con una paleontóloga mientras en Europa estalla la Segunda Guerra Mundial; en el Berlín de 2016, un joven alemán colabora en la creación de un campo de refugiados y se enamora de una mujer siria casada, amor que es correspondido, aunque las diferencias culturales parecen separarlos.
Dos historias de amor atípicas que resuenan entre sí a pesar de la distancia: tiemposatribulados, seres humanos que al tratar de vencer aquello que los diferencia se enfrentan a la oposición de la sociedad.
Sistema de recompensa es el retrato de una generación millennial que ha colocado en el centro de sus vidas las pantallas, internet y sus algoritmos. Con humor negro, atención al detalle y grandes dosis de inteligencia, la prosa de Calder nos arranca una mueca entre la burla y el espanto al captar el estado de ánimo de una generación de jóvenes hiperconectados y revelarnos cómo todo parece diluirse frente al poder del algoritmo. Rabiosamente actual, este electrizante debut literario se aleja de todos los clichés previsibles y define, al fin, qué supone ser joven hoy en día.
¿Es posible reinventar el pasado? ¿Hasta qué punto puede la ficción cambiar el curso de los acontecimientos? Marcelino Quijano y Quadra, payanés ilustrado e invencible tahúr, hombre de todas las épocas y de ninguna, se dedica a fabricar ficciones, un oficio tan misterioso como él mismo. Roba cartas de papel y husmea en ellas no solo para rastrear la novela que yace en toda suerte ajena sino también para reescribirla y salvarla, como un dios discreto, anónimo y bienhechor. Su última misión es tan absurda y delirante que si no hubiera ocurrido de verdad sería increíble: la firma de la paz, en 1988, entre el Reino de Bélgica y el Departamento de Boyacá, en guerra, sin que nadie lo supiera, desde 1867.
Tras el éxito de El hombre que no fue Jueves, Juan Esteban Constaín regresa a la novela con una historia en la que entremezcla magistralmente la realidad y la ficción, esa dualidad fundamental que define y le da sentido a la vida.