Una plaga ha acabado con la humanidad. El único superviviente que no se ha convertido en vampiro es Neville, que de día caza muertos vivientes dispersos entre las ruinas de la civilización y de noche debe atrincherarse ante el asedio de una legión sedienta de sangre humana. Escrita en 1954, Soy leyenda se ha consagrado como una obra maestra por su impacto en la cultura popular y su influencia en la literatura de terror y ciencia ficción. A través de una técnica tan inquietante como la trama, las ilustraciones de Jorge González no solo captan sino que amplifican este clásico sobre la soledad, el aislamiento y el instinto tan humano de supervivencia que persiste en circunstancias inesperadas ―o repentinamente previsibles en el momento de publicarse esta edición― como un nuevo orden postapocalíptico.
Vuelve la autora de El abanico de seda con una fabulosa historia de amor y amistad inspirada en la vida real de una mujer médica en la China del siglo XV
De acuerdo con los valores de Confucio, «una mujer educada es una mujer inútil», pero Tan Yunxian, nacida en una familia de élite, es criada en condiciones excepcionales. Su abuela es una de las pocas doctoras que hay en China, y enseña a Yunxian los pilares de la medicina, los Cuatro Exámenes —mirar, escuchar, tocar y preguntar—, algo que un hombre nunca puede hacer con una paciente. Desde pequeña, Yunxian aprende sobre remedios herbales y enfermedades femeninas junto a una joven comadrona, Meiling, con quien forja una gran amistad. Pero cuando Yunxian es enviada a un matrimonio concertado, su suegra le prohíbe verla y ayudar a las mujeres y niñas de la casa, pues debe cumplir con sus deberes de esposa.
Una novela de amor, traición y arte inspirada en la historia real de las piezas de porcelana blanca que Hitler adoraba.
Dos amantes atrapados en la barbarie nazi. Una hija en busca de la verdad.
Alemania 1929. En una fiesta de jóvenes bohemios en Weimar, los destinos de dos artistas Max, un joven arquitecto vienés formado en la Bauhaus, y Bettina, una pintora discípula de Kandinsky, se cruzan. Ambos jóvenes se enamoran al instante y sus respectivos talentos los llevan a Berlín, hasta que el surgimiento del nazismo los separa. Max es enviado al campo de concentración de Dachau, en el que su habilidad para hacer delicadas figuritas de porcelana blanca lo salva de una muerte inminente. Bettina, desesperada, lo arriesga todo para rescatarlo