En medio de un indeterminado paisaje mediterráneo, un soldado exhausto y cubierto de suciedad huye de la violencia de la guerra, pero su plan de cruzar la frontera se tuerce cuando se encuentra con una mujer que también intenta escapar de la barbarie.
El 11 de septiembre de 2001, a bordo de un barco fluvial en las afueras de Berlín, el atentado contra las torres del World Trade Center interrumpe unas jornadas para rendir homenaje a Paul Heudeber, un brillante matemático de la RDA que, a pesar del fracaso de la utopía comunista, permaneció fiel al lado oriental del muro hasta su muerte. Casi veinte años después, y con la guerra de Ucrania de trasfondo, la hija de Heudeber evoca ese día y la trágica vida de Paul y de su madre, una figura ausente y contradictoria.
19 de diciembre de 1931. Hércules Poirot y el inspector Edward Catchpool son requeridos por la policía para investigar el extraño asesinato de un hombre en el ala de seguridad del Hospital de Norfolk. Cynthia Catchpool, la madre del inspector, insiste en que ambos se alojen en su mansión para celebrar juntos las fiestas de Navidad mientras resuelven el caso. Arnold, un buen amigo de Cynthia, será intervenido muy pronto en ese mismo hospital y su familia está convencida de que él será la próxima víctima del asesino. Poirot tiene menos de una semana para resolver el crimen, evitar más asesinatos y celebrar las fiestas de forma tranquila.
Una amenaza sobrevuela París. Una figura sombría, espectral, capaz de cometer las peores villanías que se puedan imaginar. Un hombre sin identidad, con la pericia de convertirse en cualquiera; un maestro del disfraz, del robo, del secuestro, del chantaje, de la suplantación de identidades y del asesinato. Fantomas es, probablemente, el primer «supervillano» de la historia tal y como conocemos actualmente la denominación, el que siguió la estela de Arséne Lupin (creado por Maurice Leblanc seis años antes) pero llevándolo más lejos. Porque, aun siguiendo la estela de Arséne Lupin, desde el momento de su publicación, en febrero de 1911, Fantomas (y las treinta y una novelas en torno al personaje que rápidamente aparecieron) se convirtió en un fenómeno de masas, cuya popularidad trascendió todos los estratos sociales y culturales.
La psicóloga forense Nash Elizondo documenta el origen de una leyenda sobre brujería en la sima de Legarrea, en uno de los Valles Tranquilos de Navarra, pero cuando desciende a la sima lo que halla es el cadáver de una joven desaparecida tres años atrás, Andrea Dancur; un caso que conmocionó al país entero, y por cuyo crimen una mujer cumple prisión. Estamos en marzo de 2020, y el hallazgo y las nuevas pistas obligan a reabrir una investigación que esta vez se desarrollará en dos planos distintos: por una parte, a través del método científico, y por otra, mediante la profundización en la psicología de los implicados y el conocimiento de los misterios ancestrales.
La primera impresión de Mi querida Lucía es una preciosa edición limitada en tapa dura con sobrecubierta en acabado soft touch luminiscente. Una vez expuesta al sol, permite que se resalten elementos destacados de la cubierta, lomo y sobrecubierta en la oscuridad.
Además, esta edición contará con dedicatoria manuscrita impresa de la autora en su interior.
Aquel sofocante verano de 2002, Lucía Romasanta, astróloga, madre soltera y redactora de la sección del horóscopo con más éxito del país, recibe una perturbadora carta de un admirador anónimo. Un texto manuscrito que la hace directamente responsable de la muerte de una desconocida en caso de que no tome partido.
Sin duda, Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) se cuenta entre los escritores estadounidenses más importantes del pasado siglo, y no solo por su estilo impecable, divertido y poético (aunque siempre accesible), sino por la sagacidad con la que supo reflejar en sus textos el espíritu y la idiosincrasia de su época. Este volumen recoge veintidós de los mejores ensayos que Fitzgerald publicó a lo largo de su carrera como colaborador en prensa y en revistas literarias, cuatro de ellos traducidos al castellano por primera vez. A lo largo de sus páginas, el autor habla de sí mismo y sus contemporáneos, sus inquietudes, sus problemas y su tiempo, así como de los míticos espacios y ciudades que le tocó recorrer, desde las urbes inundadas de jazz y de luz de los felices veinte hasta los años prebélicos de la más dura y agria década de 1930.