Escrita tras las trágicas experiencias de la Gran Guerra, Demian es una de las obras más emblemáticas de Hermann Hesse. La novela en la que late la repulsa de la sociedad burguesa y masificada y el llamamiento de los elegidos (los que llevan en su frente el «estigma de Caín» para conquistar la autenticidad y emprender la reconstrucción comunitaria de la humanidad.
Encrucijada de todas las obsesiones e intuiciones de el autor y exponente de su singular talento para el relato, El Lobo estepario se inscribe dentro del empeño, patente a lo largo de toda su obra, por iluminar la zona oscura de la condición humana a fin de poner al descubierto su carga trágica y un incierto destino.
El destierro a la soledad de Madame de Prie en tiempos de Luis XV, el deambular de un coronel de las tropas de Napoleón por tierra enemiga entre los martirizados cuerpos de sus subordinados, o el amor obsesivo y sumiso más allá de la muerte de un médico europeo en la India colonial son algunos de los argumentos de este sugestivo libro de relatos de Stefan Zweig. La lucha de los hombres por sus pasiones, la tragedia de los destinos arrollados por la fortuna y el dolor como influjo de supervivencia se inscriben al rojo vivo en cada una de estas sobrias y conmovedoras narraciones de uno de los escritores más apreciados por el público de nuestro tiempo.
Los miserables se publicó en 1862, cuando Victor Hugo se hallaba exiliado en Belgica tras la restauración napoleónica del Imperio. Y podría considerarse que es el exilio, la obligada falta de pertenencia, uno de los motores de la gran novela del romanticismo frances: el exilio social y psicológico gobierna la vida de Jean Valjean, un "noble bruto", un buen hombre que lucha por los que, como el, son injustamente perseguidos. Situada entre las guerras napoleónicas y la revolución burguesa de 1848, Los miserables es, ante todo, una novela epica sobre el triunfo de quienes conservan intacta su conciencia en un mundo gobernado por la pobreza.
Grandes esperanzas no es solo una historia de grandes sueños y dramáticas contrariedades, sino esencialmente, como dijo Chesterton, de grandes vacilaciones. Pip, un niño huérfano y medroso, tiene un terrorífico encuentro con un preso evadido al que se ve obligado a procurar víveres y una lima. Poco después, es llamado a la tenebrosa mansión de una rica y recluida dama como compañero de juegos de una niña seca, hermosa y altiva. Allí, el huérfano aprende, por primera vez, que sus manos son bastas y sus botas demasiado gruesas.