El libro estará organizado en 13 apartados que hacen referencia a la buena o mala suerte («El gato negro», «La sal derramada», «No cruzar debajo de una escalera», «Levantarse con el pie izquierdo», «Tijeras abiertas» o «El color amarillo»).
En palabras del autor: «La vida está llena de momentos que no podemos controlar, cuando la suerte es nuestro acompañante de viaje. Nos enamoramos, no se elige. Tan solo puedes vivirlo. Es incontrolable».
Bésame, que diré que ha sido mala suerte».
Venir desde tan lejos supone un nuevo punto de inflexión en la larga y prestigiosa trayectoria de Eloy Sánchez Rosillo. Si en la primera etapa del autor predominaba el canto elegíaco y en la segunda el enfoque se inclinaba claramente hacia la celebración, en este nuevo libro se impone la meditación serena de las cosas del mundo desde la altura de la edad. No se trata ni mucho menos de un libro desengañado o sombrío. Al contrario, es una obra de aceptación, de cumplimiento y de gratitud, con un evidente trasfondo moral. Y en todos los poemas del conjunto está muy presente el amor por la vida que desde sus inicios ha movido al autor a escribir sus obras. No estamos frente a un libro más de Sánchez Rosillo, sino ante uno de sus logros más altos, quintaesencia de una honda y dilatada experiencia poetica.
El 14 de febrero de 1942, el Vyner Brooke, un barco mercante que transportaba a un grupo desesperado de expatriados que huían de Singapur fue hundido por bombarderos japoneses. Aunque muchos de los pasajeros se ahogaron de inmediato, Nesta, enfermera australiana y Norah sobrevivieron milagrosamente pero fueron tomadas como prisioneras de guerra y trasladadas a campos.
Durante casi cuatro años, junto con cientos de mujeres y niños, lucharon por sobrevivir, contra enfermedades, el hambre y la brutalidad impensable infligida por los soldados japoneses y consiguieron encontrar, en sí mismas y juntas, un coraje e ingenio extraordinarios.
Encontré a la muerte y al amor colgados como perros en mi huerto no tenía ni escoba ni agua fría sólo un arado y un pony ambos brillaban como un espejo de doble o nada así que les dije fuera de mis siembras lo que realmente quise decir fue qué quieren encontré a la muerte y al amor en mi huerto lecciones en el paraíso “Joven arriero”, de Frank Stanford Frank Stanford fue un prolífico poeta estadounidense conocido por su originalidad, imaginería cargada de sensualidad y cruda seriedad emocional. Creció en los estados de Mississippi, Tennessee y luego en Arkansas, donde vivió la mayor parte de su vida y escribió su poesía.
Un anciano se sienta en una habitación, con una única puerta y ventana, una cama, un escritorio y una silla. Cada día despierta sin memoria, sin saber si está encerrado o no. Sobre el escritorio, unas inquietantes fotografías y un manuscrito, la historia de otro prisionero en un mundo alternativo que no reconoce. Anna, una mujer de mediana edad, entra para hablarle de pastillas y tratamiento, pero también de amor y promesas. ¿Quién es este Míster Blank y cuál es su destino? ¿Tendrá tiempo suficiente para dar sentido a las pistas que surgen?
Roma, 1960. Mientras un Andre Aciman adolescente observa el puerto de su nueva ciudad, su madre se preocupa por el equipaje: treinta y dos maletas y baúles que contienen todo su mundo. Acaban de llegar a Italia desde Alejandría, hogar que han tenido que dejar atrás. Su padre sigue en Egipto y ahora Andre es el cabeza de familia. Solían tener una buena vida, pero todo vestigio de su estatus se ha esfumado tras su huida.
El autor, su hermano pequeño y su madre se mudan a un apartamento de la capital italiana que justo antes de su llegada se usaba como burdel. Mientras buscan la manera de encontrar su sitio en la ciudad, el autor se encierra en su habitación para leer un libro tras otro.