This Great Hemisphere is powerful, captivating novel about how far we’ll go to protect the ones we love. With the worldbuilding of N. K. Jemisin’s novels and blazing defiance of Naomi Alderman’s work, it is also a story about what happens when we resist the narratives others write about us.
Northwestern Hemisphere, 2529: an Earth on which half of people are now born literally invisible. Sweetmint, a young woman, is one of them and thus relegated to second-class citizenship. She has done everything right her entire life, from school to landing a highly sought-after apprenticeship. But all she has fought so hard to earn comes crashing down when she learns that her brother (whom she had presumed dead) is not only alive and well but also the primary suspect in a high-profile political murder.
After abandoning his once-promising career as a journalist in search of a new life in Paris, Mamush meets Hannah—a photographer whose way of seeing the world shows him the possibility of finding not only love but family. Now, five years later, with his marriage to Hannah on the verge of collapse, he returns to the close-knit immigrant Ethiopian community of Washington, DC, that defined his childhood. At its center is Mamush’s stoic, implacable mother, and Samuel, the larger-than-life father figure whose ceaseless charm and humor have always served as a cover for a harder, more troubling truth. But on the same day that Mamush arrives home in Washington, Samuel is found dead in his garage.
With Hannah and their two-year-old son back in Paris, Mamush sets out on an unexpected journey across America in search of answers to questions he’d been told never to ask. As he does so, he begins to understand that perhaps the only chance he has of saving his family and making it back home is to confront not only the unresolved mystery around Samuel’s life and death, but his own troubled memories, and the years spent masking them.
El 27. La generación del 27. Los poetas del 27. Cualquier lector sabe de qué poetas estamos hablando: Guillén, Lorca, Dámaso, Aleixandre... Pero ¿no hay algo artificioso en que entre la nómina de poetas que vivieron las mismas circunstancias históricas no se contemple ninguna de las poetas que entretanto se han ganado el reconocimiento como las Sinsombrero? Presentamos, en un solo libro, un nuevo 27 que, enriquecido por las savias antes despreciadas de las Sinsombrero, y articulado en torno a los tres grandes poetas de la época (Lorca, Aleixandre, Cernuda), incluye a un predecesor tan admirado como Juan Ramón Jiménez y a su discípulo más talentoso, Miguel Hernández. Un 27 vibrante, entusiasta, seductor, desafiante y vital. Un 27 como nunca se había leído antes.
Madrid, invierno de 1938
Clotilde, una artista gráfica que dibuja caricaturas para los diarios republicanos, asiste en Madrid a los últimos meses de la Guerra Civil. La caída de la República es inminente, por lo que su marido, militante comunista que trabaja para los rusos, decide enviar a Moscú a su hijo Pablo, de tan solo cinco años, en contra de su voluntad. Clotilde se resiste con todas sus fuerzas, pero no logra evitar que el comandante Borís Petrov emprenda ese arriesgado viaje por una España en llamas para cumplir con el deseo de su camarada de llevar a Pablo a la Unión Soviética, donde Stalin está levantando un nuevo país sobre las ruinas del antiguo régimen.
Moscú, primavera de 1939
Allí es recibido por su nueva familia que, conmovida por su trágico exilio, acoge con afecto a un niño exhausto y enfermo. Anya no duda en cuidar de Pablo como si fuese su propio hijo, sin hacer distinciones con Igor, su hermano de adopción. Hija y esposa de dos orgullosos héroes de la Revolución -su padre luchó junto a Lenin, su marido a las órdenes de Stalin-, Anya ama la poesía y la música, aficiones sospechosas y burguesas a los ojos del poder. Mientras sus ilusiones naufragan en el ambiente cada vez más opresivo del terror estalinista, su espíritu se rebela contra la injusticia, la miseria, la ausencia de libertad y el Gulag.
La Venecia de las olvidadas es una antología de escritos de auto- ras británicas y norteamericanas de la segunda mitad del s. xix dedicados a la ciudad de los canales. El objetivo de esta antología es recuperar, reivindicar y difundir a dieciséis escritoras ajenas al canon pero que tuvieron una presencia destacada en el pano- rama literario, artístico y cultural de la época (donde gozaron de reconocimiento y popularidad) y que además establecieron entre sí lazos intelectuales, sociales y de amistad, siempre siguiendo el hilo conductor de Venecia. Los distintos bagajes personales e intelectuales de las autoras hacen que cada texto tenga un foco de atención y estilo peculiares; pero, tomados en su conjunto, los fragmentos componen un rico mosaico de la Venecia del s. xix.
Y, como un espejo, la Venecia ochocentista nos devuelve el fiel reflejo de estas mujeres: de generaciones distintas, de regiones o naciones diversas, autoras consagradas o noveles, casadas unas con italianos, solteras otras, viudas... Algunas se dedicaron pro- fesionalmente a la literatura de viajes, varias fueron especialis- tas en historia e historia del arte, casi todas hablaban italiano con fluidez y más de la mitad leía y reseñaba libros franceses y alemanes. Ahora, a través de sus textos viajaremos a una Vene- cia antigua y a otra atemporal, y por sus callejuelas, patios y canales nos reencontraremos con la olvidada voz de sus autoras.
Peggy y Molly son las hijas, y modelos, de Thomas Gainsborough, uno de los retratistas ingleses más famosos del siglo XVIII. Ellas, además de hermanas, son muy buenas amigas. Sus juegos favoritos son espiar a su padre en su estudio y sacar de quicio a su madre, preocupada desde muy pronto por cómo presentar a sus hijas en sociedad. Pero su universo infantil se quiebra cuando Molly empieza a sufrir unos extraños ataques en los que pierde conciencia de la realidad. Peggy asume en secreto el cuidado de su hermana, pues sabe que, si se descubre su enfermedad, será internada en un manicomio. Así crecen las dos, hasta el día en que Peggy se enamora de un amigo de su padre, el encantador compositor Johann Fischer. Su romance con Johann desencadena una amarga traición y obliga a Peggy a cuestionarse el vínculo tan estrecho que tenía con su hermana.
Las hijas del pintor es una novela tierna y oscura sobre dos jóvenes que se desviven por asemejarse a la imagen idealizada de ellas que su padre enseña al mundo en sus retratos. Es la lucha de dos hermanas por entender la historia de un pasado familiar que les ha sido escamoteado.