Espionaje e intriga en estado puro, amores y desamores desgarrados, aventura e historia de un siglo hecho pedazos, Dime quién soy es un apasionante relato protagonizado por unos personajes inolvidables cuyas vidas construyen un magnífico retrato de la historia del siglo XX.
Un periodista recibe la propuesta de investigar la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, una mujer de la que solo sabe que huyó abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la guerra civil española. Para rescatarla del olvido deberá reconstruir su historia desde los cimientos encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzle de su vida.
Marcada por cuatro hombres que la cambiarán para siempre -el empresario Santiago Carranza, el revolucionario francés Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max von Schumann-, la historia de Amelia es la de una antiheroína presa de sus propias contradicciones que cometerá errores que no terminará nunca de pagar y que acabará sufriendo, en carne propia, el azote despiadado tanto del nazismo como de la dictadura soviética.
Puede que Carrie White no sea la chica más popular del instituto, pero tiene un poder único: es capaz de mover cosas con la mente.
Las puertas se cierran. Las velas caen.
Es su poder y su tragedia.
Entonces, un acto de bondad, tan espontáneo como las constantes burlas de sus compañeros de clase, le ofrece a la joven la oportunidad de convertirse en alguien normal. Sin embargo, una inesperada crueldad transforma su don en un arma capaz de causaron un horror y una destrucción que nadie podrá olvidar jamás.
«¿Sabes cuál es el regalo, mamá? Lo que siempre has querido. Las tinieblas».
Mientras la vida en la Argentina se cargaba de oscuros presagios, Borges y María Kodama emprendieron el viaje a los Estados Unidos invitados por el profesor Donald Yates, uno de sus primeros traductores al inglés, quien registró, con su pequeño grabador portátil, el curso completo que Borges dio ante un reducido grupo de estudiantes de habla hispana. Gracias a un meticuloso trabajo de transcripción de esas grabaciones, este volumen recupera el tono espontáneo e intimista que tuvieron esos encuentros, donde reverbera la irónica y sinuosa voz de un Borges que en la década de 1970 ya era una celebridad en el ambiente cultural y académico estadounidense. Por sus páginas desfilan, siempre enmarcados en sus circunstancias históricas, el Facundo y las batallas de Sarmiento, la figura del gaucho en Hilario Ascasubi, las fallidas lecturas del Martín Fierro y la renovación que trajo el modernismo, entre múltiples temas y autores. Borges enriquece cada clase con los recuerdos de su abuela sobre la vida en la frontera en el siglo XIX, con las anécdotas de su madre sobre Almafuerte, con narraciones míticas oídas en la estancia de Adolfo Bioy Casares o con evocaciones personales de Lugones o de Groussac, pero también con incursiones en la mitología griega o escandinava, y con luminosas digresiones sobre Shakespeare, Whitman o la amistad, para él una de las grandes pasiones argentinas.
¿Unas memorias? ¿Un dietario? ¿Un libro de viajes? ¿Un ensayo sobre la literatura y el mundillo literario? ¿Una crónica de la literatura española entre los siglos XX y XXI? ¿Una novela social? ¿Una carta de suicidio?
Más bien un exorcismo, ya que no por casualidad arranca con una invocación al padre Karras de El exorcista. Dice la autora, acaso poseída: «Soy una escritora que pide un ascenso y ya es demasiado vieja para ascender. Soy una escritora que no cree −para nada− en la autonomía del campo cultural. Soy una escritora, en medio de la selva, que se abre camino entre la vegetación con un machetito mellado». Y asegura: «Escribo un libro para salvarme de los libros y sus repliegues laterales. Sus turbulencias y su moho. Su copyright. Para recuperar una pureza que solo me haga pensar en que Confucio es el padre de la confución y enunciar grandes palabras que trascienden lo local para transformarse en asunto humano, demasiado humano [...]. Una literatura sin la mugre de la envidia o la negociación del anticipo. Sin portadas ni listas de notables en los suplementos literarios».
1458, periodo Muromachi. El castillo deTakita, asediado desde hace diez días, está a punto de caer. Para evitarlo, Satomi Yoshizane, señor del clan, promete la mano de su hija a aquel que le traiga la cabeza de su enemigo. Esa misma noche, su perro se presenta con la cabeza del villano Anzai Kagetsura entre las fauces.Así comienza la novela de capa y espada más famosa de Japón, y la más extensa del mundo, en la que una princesa dará a luz a ocho guerreros nacidos cada uno con una virtud: la piedad filial, el honor, la lealtad, la confianza, la fraternidad, la cortesía, la sabiduría y la benevolencia, las ocho virtudes que ilustran los principios del confucianismo.
Robert Langdon, el célebre profesor de simbología, llega a Praga para asistir a una conferencia revolucionaria impartida por Katherine Solomon, una brillante científica con quien ha iniciado una relación. Katherine está a punto de publicar un libro cuyos asombrosos descubrimientos sobre la naturaleza de la conciencia humana prometen desafiar siglos de creencias consolidadas. Pero un brutal asesinato desata el caos, y Katherine desaparece sin dejar rastro junto a su valioso manuscrito.
Con un telón de fondo de enormes castillos, imponentes iglesias, cementerios ancestrales y laberínticos pasajes subterráneos, Langdon debe recorrer Praga, una ciudad que ha guardado celosamente sus misterios durante siglos, mientras se enfrenta a fuerzas desconocidas. La ciudad de las mil torres es un campo de batalla insólito para Robert, uno en el que no solo está en juego la vida de la persona que ama sino también un secreto que podría cambiar el futuro de la humanidad.