Clarice Lispector vivió casi dos décadas en el extranjero y mantuvo una larga y fructífera correspondencia con sus círculos profesionales y familiares. A pesar de afirmar que «no sabía escribir cartas», estas resultan en realidad una aventura tan fascinante y creativa como sus deslumbrantes novelas, cuentos y crónicas, ya que Lispector también hace gala en ellas de su infalible inspiración, humor y lirismo.
Todas las cartas, que reúne la correspondencia escrita por la autora brasileña a lo largo de toda su vida, constituye un corpus fundamental para comprender su trayectoria personal y literaria. El material, organizado por décadas de 1940 a 1970, va acompañado de notas que lo contextualizan en términos de tiempo y lugar, que además incluyen sustanciosas referencias culturales.
Llega la edición estuche de la «Trilogía de los Tres Cuerpos», el fenómeno editorial chino que ha conquistado al mundo tras vender cinco millones de ejemplares y lograr prescriptores de la talla de Barack Obama, George R.R. Martin o Mark Zuckeberg.
¿Quién es Mr. Ripley? En este volumen reunimos las cinco novelas que protagonizó, empezando por su primera aparición en A pleno sol. En La máscara de Ripley, casado con una rica heredera, regresa como un hombre aparentemente respetable. Y luego aparecerá aún en otras tres novelas: en El amigo americano, involucrado una vez más en una de sus ambiguas relaciones con otro hombre; en Tras los pasos de Ripley, donde conoce a un extraño adolescente que no quiere separarse de él, y en Ripley en peligro, el brillante cierre de este quinteto de novelas magistrales.
Fausto es sin duda una de las obras fundamentales y más originales de la historia de la literatura. Y quizá su universalidad resida en el hecho de que el lector, cualquier lector, no puede menos que reconocerse en su personaje central, en la parte más negativa, en los defectos o pecados de su protagonista. En efecto Fausto es un heroe negativo que simboliza la eterna insatisfacción del hombre, sobre todo del hombre moderno, que ya no se basta con logros y comodidades materiales. Fausto es un hombre torturado por ansias nunca satisfechas de un no se que, un hombre que se pasa la vida corriendo en pos de nuevas metas que nunca terminan de llenarle… Fausto simboliza todo lo que somos: el hombre entero.