La novela de culto de los hackers.
En 1942, Lawrence Pritchard Waterhouse, genio matemático estadounidense, colaboró con otros especialistas en descifrar los códigos secretos de las potencias del Eje. Sesenta años más tarde, su nieto Randy, un brillante criptohacker, proyecta crear un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática: La Cripta.
Si las matemáticas de los primeros criptoanalistas se vieron sometidos a las necesidades de la Segunda Guerra Mundial, la Cripta está condicionada por las leyes y normas de las altas finanzas internacionales y la infotecnología.
Esta obra, con su ironía y amenidad, es a la criptología y la narrativa ciberpunk lo que El señor de los Anillos es a la magia y a la fantasía. Criptonomicón es un ciberthriller y el nuevo libro de culto de los hackers.
Una historia inquietante, una novela dirigida a todo el mundo, ya que refleja diversas posiciones ante la vida, el amor y la muerte. PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS 2017 En La función Delta, Rosa Montero juega con dos momentos de la vida de un personaje, Lucía, a la que veremos con treinta y con sesenta años, es decir, en su (tal vez ilusorio) triunfante asentamiento y su posterior declive. ¿Qué somos capaces de hacer para no quedarnos solos en la recta final de la vida?Y es que el miedo a la muerte condiciona buena parte de nuestra existencia. A pesar de sus estrepitosos fracasos, la protagonista buscará sin desfallecer a la persona que habrá de acompañarla hasta su último suspiro, pues la soledad le resulta más insoportable que ir de un desamor a otro. La confrontación de la entrada en la madurez con la vejez da lugar a valiosas reflexiones sobre la sexualidad, la relación con los otros y la propia identidad.
En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.
Segunda entrega de la serie AFTER, la historia de un amor infinito. No podrás vivir sin él.
Una historia que nadie quiere que acabe y todo el mundo quiere vivir.
Tessa se acaba de despertar de un sueño. Es consciente de que era todo demasiado bonito para ser cierto…¿Es posible volver a sonreír cuando todo se rompe en pedazos? Ella y Hardin parecían hechos el uno para el otro, como dos almas gemelas, pero él lo ha roto todo, se ha acabado el sueño para siempre. ¿Cómo ha podido ser tan ingenua? Si quiere recuperarla, Hardin deberá luchar como nunca por lo que ha hecho. ¿Estará preparado? ¿Se puede perdonar todo?
La madre de Jaromil es una mujer posesiva que mima a su hijo en exceso y que desprecia a su marido, un discreto ingeniero en cuyo interior se esconde un verdadero héroe. Alentado por la madre, que le ríe todas las gracias, Jaromil entra en la adolescencia creyéndose un poeta. Mientras su madre tiene con el profesor de dibujo de Jaromil una aventura que la llenará de remordimientos, su hijo conoce las dificultades de trabar amistad con sus compañeros de colegio y trata de ocultar en sus poemas sus primeras experiencias eróticas. Poco después creará en su imaginación a un personaje llamado Xavier, que vive lo que a él se le niega. Cuando acceda a la universidad y en 1948 se implante en el país el comunismo con toda su dureza, Jaromil, convertido en un poeta del régimen, todavía ignorará que su vida no es sino una eterna huida y, lo que es peor, que toda decisión acarrea consecuencias mucho más graves de lo que uno imagina.
Los testamentos traicionados es un ensayo escrito como una novela: a lo largo de sus nueve partes, unos mismos personajes (Kafka y Max Brod, Stravinski y Ernest Ansermet, Hemingway, Janácek y Rabelais, entre otros) pasan, coinciden y se cruzan armónicamente, como en una composición musical. Y es así porque en esta obra Kundera analiza el arte de la novela ―la verdadera protagonista―, sus orígenes, su sorprendente parentesco con la música, y su historia, en particular durante el siglo XX.