El conde de Montecristo es uno de los clásicos más populares de todos los tiempos. Desde su publicación, en 1844, no ha dejado de seducir al gran público con la inolvidable historia de su protagonista. Edmond Dantés es un joven marinero, honrado y cándido, que lleva una existencia tranquila. Quiere casarse con la hermosa Mercedes, pero su vida se verá arruinada cuando su mejor amigo, Ferdinand, deseoso de conquistar su prometida, lo traicione vilmente. Condenado a cumplir una condena que no merece en la siniestra prisión del castillo de If, Edmond vivirá una larga pesadilla de trece años. Obsesionado por su inesperado destino, dejará de lado sus convicciones en torno al bien y el mal, y se dedicará a tramar la venganza perfecta. Historia transida de densidad moral, El conde de Montecristo es, hoy como ayer, una novela amena, iluminadora y fascinante en sus múltiples dimensiones.
Melancólico y algo fatalista, soltero y con una novia en Génova a quien ve muy de vez en cuando, y amante de la buena mesa, Salvo Montalbano es comisario de policía en Vigàta, un pequeño pueblo siciliano que, pese a no figurar en ningún mapa, encarna la esencia de la cultura mediterránea.
Los seguidores de la serie negra europea más aclamada encontrarán en esta edición tres casos en los que el entrañable comisario, sabio intérprete del arte de vivir, se supera a sí mismo y vuelve a emocionar a los lectores con su infalible perspicacia y su implacable sentido de la justicia. En La voz del violín, Montalbano no se da por vencido ni por convencido cuando muere el principal sospechoso del asesinato de una hermosa joven, esposa de un médico boloñés, cuyo cadáver aparece desnudo en el chalet de ambos.
Salvo Montalbano tiene cuarenta y cinco años, una novia en Génova y es comisario de policía de Vigàta, en Sicilia, un pequeño pueblo que, si bien no aparece en ningún mapa, es tan real como la vida misma.
Fiel amigo de sus amigos, amante de la buena mesa y sabedor de que la tierra ha girado y seguirá girando en torno al sol, Montalbano encarna la esencia de la cultura mediterránea. Su temperamento melancólico, su implacable sentido de la justicia, rayana en lo quijotesco, así como su infalible perspicacia, lo han convertido en un héroe verdaderamente popular, cuyas historias son devoradas con fruición por millones de incondicionales lectores en todo el mundo.