La llama vuelve a encenderse y esta vez quemará a más de uno.
Rachel James tuvo que dejar su vida para salvar a los que ama, renunciando a todo lo que le importaba: sus colegas, su carrera y su familia.
Ahora, tras dos largos años, el destino toca a su puerta para que seenfrente a lo que le depara: al coronel Morgan, el hombre que la hizo pecar, y al líder de la mafia italiana, Antoni Mascherano.
Un importante cargo está en juego y la teniente debe prepararse para un nuevo duelo.
El caos empieza a despertarse: la tercera carta cae sobre la mesa, nuevos peligros salen a la luz, así como pasiones que se creían sepultadas, conflictos, complots y jugarretas que pueden poner en vilo a la mafia y a la milicia.
La saga Pecados Placenteros continúa en esta candente nueva entrega, donde la Lascivia da paso a una latente Lujuria, que demuestra que el tiempo no lo cura todo y que los amores nocivos son tan perjudiciales como intensos.
LUJURIA.
AMORES QUE ABRASAN.
El escritor Leonardo Bazán es testigo involuntario del asalto a una casa vecina. No es un robo usual: lo lleva a cabo una banda organizada, con una logística sofisticada, y hasta un patrullero de la Policía Científica. Pero lo que más perturba a Bazán es el recuerdo de una experiencia similar -de la que también fue testigo junto a sus padres- ocurrida en esa misma casa en 1976, a poco de iniciada la dictadura militar en la Argentina. El trauma de aquella noche pareció caer en el olvido; pero ahora Bazán siente que debe escribir para entender y salvarse. ¿Cómo actuaron exactamente él y sus padres y cómo juzgar hoy esas reacciones? ¿Cómo es posible que una estructura criminal, montada décadas atrás, todavía exista y que la gente siga reaccionando de la misma manera, con el mismo miedo?
Una carta sorprende a Lucrecia. Entre frases iracundas contra el trabajo y el mito del progreso Vita, su tía recién fallecida, encriptó el mapa de un tesoro enterrado en medio de La Pampa. Poco a poco, esa voz y la sucesión de acontecimientos descabellados que desencadena trastocan sus costumbres mundanas y su férrea disciplina laboral.
Irónica y corrosiva, sin perder el sentido del humor ni por un instante, Cristoff revela el extractivismo vital que subyace en tantas prácticas contemporáneas. Del mail a la autobiografía, de la crónica de viajes al retrato y el telegrama, del teatro al cancionero anarquista, la novela se va armando en una superposición de personajes, formatos y géneros al modo de los números de las ferias o los circos ambulantes. Preciosamente escrita, Derroche es una brillante sátira social que homenajea a la picaresca y convoca a una fiesta de los insurrectos.
El abuelo ha muerto y Ana regresa a su hogar después de diez años de ausencia. De lo que fue el pueblo de su infancia, apenas queda ya nada reconocible. La casa familiar ha quedado aislada entre los ranchos vacíos, y no tardarán en venderse todos los terrenos de cultivo. Volver supone el reencuentro con su madre y su abuela, y también la recomposición de una relación rota. En el proceso de venta de la granja, Ana revive la historia del pueblo y su propio pasado, y se enfrentará a recuerdos con los que debe construir su nueva vida. Durante esos días, la abuela, que anda un poco perdida, le pide ayuda y le confiesa un secreto. Cuando nadie nos nombre es una novela profunda, con una atmósfera y un compás propios, sobre aquellas cosas que olvidamos durante unos años y tiempo después afloran y nos interpelan. Luciana Sousa escribe con palabras que son imágenes y sensaciones y que dan vida a una historia familiar marcada por los silencios.
Después de trece años sin escribir ni publicar poesía, Carlos Marzal regresa al género con un nuevo poemario. Un libro donde se entrevera el himno y la elegía; porque, como el autor ha señalado en alguna ocasión, «todos los poetas celebran la vida y la lloran al mismo tiempo, todos escribimos a la vez una oda y un planto que tienen como destinatario la existencia».
En su sentido etimológico, la ευφορία (euforia) constituye una fuerza que ayuda a sobrellevar, un arte del buen resistir, y en ocasiones remite a la abundancia y la fecundidad. En nuestros días, el significado de la palabra «euforia» nos evoca alegría y bienestar, en ocasiones extremos. La poesía de Carlos Marzal se ha caracterizado desde hace tiempo por aunar entusiasmo hacia lo que la suerte nos depara y la aceptación estoica de nuestro destino.
La crónica, descarnada y humana, del proceso judicial por el atentado yihadista contra la sala Bataclan.
V13: viernes 13 de noviembre de 2015. En tres puntos diferentes de París se producen atentados yihadistas. El más grave es el de la sala Bataclan, donde están actuando los Eagles of Death Metal. El resultado de los ataques en el corazón de Francia es de ciento treinta muertos y más de cuatrocientos heridos. Años después, durante nueve meses –entre septiembre de 2021 y junio de 2022–, se celebra el juicio en el Palacio de Justicia de la capital. Hay catorce acusados: el principal es el único superviviente de entre los terroristas de Estado Islámico que participaron en la masacre. Sobrevivió porque no detonó su cinturón con explosivos. ¿Falló el mecanismo? ¿Tuvo miedo? ¿O quizá un fugaz momento de arrepentimiento y humanidad? El resto son colaboradores en distintos grados. Y además están los testigos –que cuentan historias de una gran crudeza–, los familiares de los fallecidos, los severos fiscales, los abogados defensores, que utilizan argucias para tratar de salvar a sus clientes, el tribunal, que debe emitir sentencia… La justicia evalúa con frialdad la barbarie.
Con febril precisión, Antonio Scurati continúa su «novela total» reconstruyendo el delirio de un Mussolini ilusionado con poder influir en las decisiones del Führer, más solo que nunca y por fin consciente de la debilidad italiana cuando declara que ha llegado «la hora de las decisiones irrevocables».
Acabada la guerra civil española, el continente se hunde en un nuevo conflicto internacional apenas veinte años después del fin del anterior. Estos son los últimos días de Europa: la culminación del autoengaño de una Italia fascista doblegada ante la infamia de las leyes raciales y el pacto con la Alemania nazi.
Esta narración puede ser leída como una huida, una yuxtaposición de historias de viaje: el de Vercingétorix a campos de concentración, el de un grupo de judías embarazadas a una clínica de abortos, el de Glaucus y Artemius o el de Equis, viajero infatigable, condenado a la errancia, cuyo desarraigo no le da derecho ni a un nombre, que busca en cada nuevo territorio el hogar que nunca alcanza. En resumen, una lograda metáfora del exilio, que sufrió la propia autora, y de las corrientes migratorias que han tenido lugar a lo largo de la historia de la humanidad.
Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado y, donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.
Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes y, abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.
Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.
Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.