"Este libro reúne, en una versión más ampliada, las biografías de mujeres que publiqué en el suplemento dominical de El País. No sé bien dónde encuadrar estos trabajos: aunque están muy documentados, no son ni biografías académicas ni artículos periodísticos, sino unos textos muy apasionados, muy personales. Son historias de mujeres singulares a las que intenté entender. Las hay generosas y las hay malvadas, cobardes o valientes, turbulentas o tímidas; todas son, eso sí, muy originales y algunas resultan pasmosas por lo extraordinario de sus peripecias. Pero creo que, por muy raras que parezcan, siempre podemos reconocernos en ellas. Y es que cada uno de nosotros encierra dentro de si todas las vidas". Rosa Montero
Laurence lo tiene todo para ser plenamente feliz: joven, hermosa, felizmente casada, con dos hijas, un trabajo en agencia de publicidad y una posición económica acomodada. Incluso tiene un amante que la satisface. Sin embargo, ese deslumbrante envoltorio está empezando a anular su personalidad. Interrogarse acerca de quién es y qué siente realmente la lleva a replantearse toda su vida, sus convicciones, sus juicios y a mirar con nuevos ojos el atractivo mundo en el que ha quedado atrapada. Laurence recuerda aquel rey que transformaba en oro todo lo que tocaba…, pues, a su semejanza, todo lo que ella toca se transforma en imagen. Mediante una equilibrada novela de personaje, Beauvoir nos ofrece una descarnada y muy atinada radiografía de la hipocresía y las mentiras del modelo burgués.
La tercera y última novela publicada en vida de Albert Camus, un monólogo con gran ritmo narrativo sobre la idea de la justicia y los excesos de la vida moderna
Publicada originalmente en 1956, La caída es la tercera novela de Albert Camus y la última que vio la luz en vida del autor. Consiste enteramente en la confesión que el narrador y protagonista, Jean-Baptiste Clamence, le hace a un oyente silencioso a lo largo de varias jornadas en la ciudad de Ámsterdam, y su extenso monólgo se centra en los hechos que le llevaron a abrazar el sinsentido existencial.
Una noche, al volver a su casa en París, Clamence pasó por un puente en el que vio a una muchacha inclinada sobre el parapeto. Enseguida la oyó arrojarse al agua, pero no hizo nada por socorrerla. A partir de entonces, ha vivido roído por la culpa y no ha dejado de caer en su propia escala moral. En este hombre desgarrado, Albert Camus refleja sin duda a una sociedad de posguerra que lucha con sus fantasmas, mientras busca un centro vital y la verdadera justicia.