Ninguna estrella arde para siempre.
En 1912, Edwin St. Andrew busca una nueva vida en la colonia británica de Columbia al ser exiliado por sus ideas políticas.
En 2020, Mirella busca a la responsable de la muerte de su marido.
En 2203, Olive Llewelyn, autora de éxito, viaja por la Tierra para promocionar una novela que, aunque ella no lo sabe, será profética.
En 2401, el detective Gaspery-Jacques Roberts recibe el encargo de investigar una anomalía en el tiempo. Pronto descubrirá que sus acciones pueden cambiar el rumbo de la historia.
Y a todos ellos los une una melodía de violín, tocada en una terminal aeroespacial, y un arce milenario que trascienden ambos el espacio y el tiempo.
El mar de la tranquilidad es una novela sobre los universos paralelos y sus posibilidades, que juega con la propia línea que debería seguir el tiempo, y que habla sobre el arte, el amor y las relaciones humanas.
Llueve en la taza reúne más de treinta poemas del gran escritor danés Henrik Nordbrandt publicados entre 1969 y 2007.
Como señala Juan Marqués en el prólogo a esta edición: «Si hablamos de intimidad, ficción y talento, entramos ya de lleno en territorio de Henrik Nordbrandt, cuya estatura poética es tan inmensa como discreta: es un talento que no atropella, un talento que llega muy alto sin dejar de hacer sonreír. Uno se siente bien mientras lee a Nordbrandt, se tiene la sensación de estar siendo invitado a participar de un discurso civilizador y pacífico, de una poesía que resulta amable incluso cuando quiere ser dura, de unas palabras justas».
Ava y Jesse se conocieron en Seducción, el primer volumen de Mi hombre. Su aventura continúa...
Segundo libro de la exitosa trilogía Mi hombre de Jodi Ellen Malpas, la reina de la novela erótica.
Ava y Jesse se conocieron en Seducción, el primer volumen de Mi hombre. Su aventura continúa...
He visto cómo lo miran todas. Lo desean, harán lo que sea por conseguirlo. La respiración se me acelera y siento que no podré aguantar mucho más. Estoy perdiendo el control, y esto empieza a asustarme. Estoy histérica, avergonzada, muerta de celos. Y muy, muy excitada. Él es absolutamente adictivo, sí, y es mío.
Es mi hombre.