La canción es infinita una vez que todas las madres del mundo se ponen a cantarla. No hay rimas suficientes...
Hay familias cuya historia es, en cierto sentido, la de todo un país. O la de un siglo entero. Esto ocurre con la de los Vias desde los últimos años de las colonias americanas hasta finales del XX, atravesando la España finisecular y el declive del imperio, pero también la guerra del Rif, la República, la guerra civil y sus consecuencias, la dura posguerra, el desarrollismo de los sesenta... Esta novela se asienta sobre la memoria de la autora: son sus recuerdos y también los relatos que se contaban en su casa, los que siguen narrando para siempre, al oído, atropellándose en ocasiones, todas aquellas voces de otra época.
Un hilo invisible une tiempos, lugares y personajes enLa voz de entonces, la historia de varias generaciones de Vias marcadas por sus mujeres, las madres que, con su fuerza irreductible, alumbraron a la familia para llegar hasta los albores del siglo XXI.
Pepita Piquer no recuerda que su hermana Flora o su amiga Anita, con quien conversa a menudo, fallecieron hace muchos años. Tampoco que tiene cuatro hijos o que ya no trabaja en la tienda de ropa de la calle Trafalgar como cuando era joven. Pese a que una de sus obsesiones durante su vida fue que sus hijos le juraran que nunca la ingresarían en una residencia, el alzhéimer ha hecho estragos y pasa sus últimos días en un geriátrico del Eixample. El impacto que para su hijo David, profesor de literatura en la universidad, supone el diagnóstico y la nueva situación de su madre es el detonante para que empiece a escribir una novela.
A través de una estructura fragmentaria, el autor cuenta en primera persona la experiencia de la enfermedad de su madre y su vida en el geriátrico, junto con variopintas historias de otros residentes y reflexiones acerca de la memoria y el relato que hacemos de nuestro pasado en esta magnífica nouvelle, la primera incursión en el género del autor.
Imaginen por un momento una mesa bien dispuesta, con platos de loza blanca llenos de comida exquisita. Imaginen unas judías verdes condimentadas con mantequilla fundida, el olor embriagador de unos pimientos asados y la textura de un Strudel de manzana recién horneado. Al levantar la vista encontrarán a diez mujeres jóvenes y famélicas. Estamos en el cuartel general de Hitler y corre el año 1943; la guerra causa estragos, pero ellas están aquí y tienen hambre. Lo que pueda pasar después poco importa... «¡Comed!», ordenan los soldados de la SS: ellas son las catadoras del Führer y tendrán que aguardar una hora hasta que los guardias descarten que las viandas están envenenadas. En el ambiente turbio de este banquete perverso, que siempre puede ser el último, las jóvenes y los militares del cuartel trenzan alianzas insólitas. Pero ¿acaso hay algo insólito cuando vivimos al límite? Inspirándose en la historia real de Margot Wölk, catadora de Hitler, Rosella Postorino atraviesa el laberinto del deseo para contarnos la historia de Rosa Sauer, una joven que se aferra a su afán por saborearlo todo, incluido el sexo prohibido, mientras espera a un marido que no regresa: una mujer con ganas de sentirse viva.