Desde niña, Holly ha tenido que cuidar de su hermano y comportarse como la madre responsable que nunca tuvieron. Día tras día intenta dar normalidad a sus vidas, aunque toque salir corriendo y empezar de cero. Por la felicidad del pequeño Roni está dispuesta a todo, incluso a renunciar a sus propios sueños.
Las dificultades y desengaños que ha soportado le han hecho creer que el amor no es para ella y la han transformado en la persona desconfiada que es. Pero todo cambiará cuando conozca a su nuevo vecino, un atractivo bailarín rubio de ojos azules llamado Gonzalo. Holly se esforzará para ver todos sus defectos, pero ha dado con el chico perfecto y, sin poder remediarlo, ya se está enamorando de él.
Las malas lenguas de la alta sociedad inglesa estarían encantadas de saber que una dama como lady Phoebe Fairchild ha tenido que montar su propio negocio para salir adelante. Por eso, cuando esta se ve obligada a coser para las hermanas de William Darby, vizconde de Summerfield, decide adoptar una personalidad ficticia y convertirse en madame Dupree. Phoebe descubre que su atracción visceral por el vizconde es correspondida cuando el le propone que sean amantes. A medida que crece el deseo del uno por el otro, tambien aumentan los riesgos ¿Conseguirá Phoebe que el vizconde la siga amando cuando descubra su verdadera identidad?
Intensa y aderezada con mucha intriga, mentiras y chantajes. En esta segunda entrega de El juego perfecto, sufrirás y disfrutarás a partes iguales.
Emily no es consciente de ello, pero está atrapada en una relación tóxica. Justifica las malas actitudes de su novio, César, convenciéndose de que actúa así ?porque la quiere?. Hasta que un golpe de realidad hace que no pueda buscar más excusas.
Roy es un joven compositor amante de la música y de la vida. Siempre sonríe, a todas horas, incluso cuando no está animado. Emily siempre ha tenido algo más que una amistad con él y este vínculo ahora se ha hecho más fuerte que nunca, sobre todo cuando la pasión entra en juego y un beso da a paso a otro. Por ahora, solo se consideran amigos y ninguno de los dos está interesado en otro tipo de relación. Pero, del mismo modo que fue inevitable que Emily viera la verdad de César, un día deberá entender la verdad que hay en su corazón.