5am, otra noche sin dormir. Las pesadillas del pasado se mezclan con los problemas legales del presente causados por los repetidos errores de sus propios defensores y una banda experta de delincuentes compuesta de abogados y jueces que le tendieron la trampa. Jordi Martín, está acabado, atrapado en el paraíso que convirtió en su hogar. Amparados por los propios tribunales le quitaron todo y encima lo acusaron de estafa para tratar de silenciarlo. Sin salida intenta buscar un camino que lo saque de ese infierno de tribunales sombríos y le devuelva su vida. Sus abogados tienen todas las evidencias a su favor, pero de nada sirve. Sin solución se adentra en sus memorias y busca donde empezó todo. Las memorias se apilan en el presente y le dan una idea. El instinto lo salvo en el pasado, ahora sin otra salida lo guía a escribir su vida y exponer la trampa que le tendieron los abogados que se apropiaron de lo que era suyo. Era la única manera de salir, hacer todo público y que la gente supiera. El futuro dependerá de sus lectores.
La peste narra las consecuencias del aislamiento de toda una ciudad, lo cual pone de manifiesto lo mejor y lo peor que cada uno de sus ciudadanos lleva dentro: sus miedos, traiciones, individualismo, pero también la solidaridad, la compasión, el espíritu de colaboración con el prójimo en tareas comunes... Novela apasionante, de gran densidad de pensamiento y de profunda comprensión del ser humano, se ha convertido en uno de los clásicos más indiscutibles de la literatura francesa de todos los tiempos y en uno de los más leídos.
Fin de la la trilogía El arco de la Guadaña -compuesta por Siega y Nimbo
Todo cambió hace tres años: fue entonces cuando Anastasia y Lucifer desaparecieron; cuando el segador Goddard llegó al poder; cuando el Nimbo retiró la palabra a toda la humanidad, menos a Grayson Tolliver.
En este impactante desenlace de El arco de la Guadaña, la trilogía que Neal Shusterman comenzó con Siega, se pondrán a prueba las lealtades y reaparecerán viejos amigos. Pero el rugir del trueno siempre es el preludio de la tormenta, y puede que el ruido del cambio ya haya empezado a resonar entre los portadores de la muerte.