En la cumbre de su fama como pianista, Z. se dirige en tren a Florencia invitado por el gobierno italiano para dar un concierto. Poco antes de cruzar la frontera se siente indispuesto y, tras su actuación, debe ser ingresado en un hospital florentino aquejado de una rara enfermedad vírica.
Allí, mientras se debate entre la vida y la muerte, tendrá lugar un diálogo intenso y decisivo con el médico que lo atiende, una indagación sin concesiones sobre el precario equilibrio entre el poder curativo de la ciencia y el espíritu de lucha del paciente.
Durante el transcurso de una noche, Kristóf asumirá el doble papel de acusado y testigo de la confesión de Greiner, que al desgranar la historia de su matrimonio evidenciará el abismo que separa a los dos hombres: por un lado, el burgués que renunció a la emoción de lo desconocido para perpetuar los sólidos valores de una clase social asentada y autocomplaciente, y por otro, el joven advenedizo que, por conquistar a una mujer que le estaba vedada, se entregó a una existencia erigida sobre la impostura y encorsetada en unos cánones ajenos a su persona.
Rodeado del bullicio de las numerosas familias que veranean en el concurrido Hotel Argentina, en Dubrovnik, Viktor Askenasi, respetado profesor del Instituto de Estudios Orientales de París, soporta a duras penas la asfixiante canícula de la costa dálmata. Cercano a la cincuentena, el profesor ha emprendido un viaje en solitario por el Mediterráneo movido por una inquietud que lo perturba desde siempre y que lo llevó, unos meses antes, a dar un vuelco radical a su vida. Pese a que ha descubierto un reducto de libertad, y está dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos como un paso ineludible en el camino hacia la plenitud, Viktor constata que esa libertad tiene una cara imprevista que lo sume en el desconcierto.
Elegías de Duino de Rainer María Rilke, es una de las creaciones cumbres de la poesía del siglo XX. La grave crisis psicológica que sufrió, en gran parte debida a su acercamiento a la filosofía existencial de Kierkegaard, y el dramatismo y la angustia que soportó por la guerra mundial, que tanto le obsesionaba, le llevó al autor a una huida de la cultura de la crisis que ocupaba el fin de siglo, llevándole hacia una visión más compleja de la vida; una visión que consideraba al hombre culpable de la destrucción del mundo, pero también su salvador cuando pudiera transferir su entidad al «espacio interior», identificado y defendido por la palabra poética. Las traducciones del doctor Dörr están acompañadas por iluminadores comentarios que ayudan al lector a adentrarse en las profundidades metafísicas de Rilke. No son interpretaciones psicológicas, sino una auténtica labor hermenéutica con la que se intenta desentrañar el sentido de los poemas sin ideas preconcebidas y fundamentado cada juicio.
Tras plantar a su prometido en el altar y renunciar a su trabajo como policía en Miami, Beau Hayley va dando tumbos por la vida. No siente nada. Solo resentimiento. La muerte de su madre fue calificada de accidente. No está convencida de ello. Pero cuando conoce a James Kelly, un hombre tan herido como ella, algo cambia. A pesar de su apariencia gélida, despierta en Beau un torrente de emociones prohibidas. James es placer. Un completo enigma.
James Kelly solo tiene una misión: vengar brutalmente la muerte de su familia. El entramado de crímenes y engaños le conduce irremediablemente hacia Beau Hayley, la hija de la agente del FBI que le persiguió sin descanso hasta su muerte.
Desde el momento en que Danny Black conoció a Rose Cassidy, supo que ella sería su perdición. Su retorcido amor le dio un nuevo propósito más allá de dominar Miami con puño de hierro. Para Black, fingir su propia muerte y desaparecer en Santa Lucía fue la única forma de escapar del submundo que los había unido. Sin embargo, su reclusión se vio interrumpida cuando un famoso asesino le hizo una oferta que no pudo ignorar.
James Kelly solo tenía un objetivo en mente: vengar la muerte de su familia a toda costa. Pero cuando se cruza con Beau Hayley, una ex policía con el alma torturada, su misión toma un giro inesperado. En lugar de cumplir con su cometido y liquidarla, se enamora perdidamente de ella. Ahora se ve obligado a pedir la ayuda del infame Danny Black. Aunque el retorno del Británico desencadena una guerra aún más peligrosa.
Con la presente edición de "Doña Preocupación", primera novela de Suddermann, recuperamos uno de los autores más injustamente olvidados de la literatura alemana. La obra, basada en parte en sus propias experiencias de infancia y juventud, refleja temas y motivos fundamentales de su época, como el determinismo, plasmado en su (anti)héroe, Paul, el papel de la Iglesia, el especulacionismo y el capitalismo, los conflictos familiares, la posición social de la mujer o los conceptos del deber y de la honra, que quedan entretejidos a lo largo de una trama que el autor conduce hacia un desenlace esperanzador.
William Faulkner, galardonado con el premio Nobel de Literatura de 1949, es uno de los escritores más aclamados e influyentes de la literatura norteamericana del siglo pasado. Su obra transita los caminos más complejos con maestría técnica y un avasallador talento narrativo, capaz de generar un universo en torno al pequeño y apócrifo condado de Yoknapatawpha, trasunto de su Mississippi natal, a través de la combinación de un profundo desarrollo de los personajes y de un innovador repertorio de recursos expresivos que alcanza su cima en "¡Absalón, Absalón!" Hoy nadie pone en duda que "¡Absalón, Absalón!" es una obra maestra y una novela clave en la literatura universal.
El castillo de los destinos cruzados, que su autor consideraba uno de sus mejores libros, se publicó originalmente en 1973, tras un elaborado proceso de escritura por medio de métodos combinatorios que le llevó cinco años. Las dos narraciones que lo componen ―El castillo y La taberna― fueron concebidas a partir de un mismo juego formal: las posibles interpretaciones de dos diferentes mazos de tarot, cuyas cartas se reproducen como anotaciones al margen a lo largo del libro. Para la primera de las narraciones, el punto de partida es el tarot Visconti ―con sus delicados miniados que reflejan el refinamiento renacentista―, que genera una serie de historias cortesanas que aluden al Orlando furioso de Ariosto, protagonizadas por personajes de «bella apariencia y vestidos con atildada elegancia». Y para la segunda, el tarot de Marsella, de trazos más toscos, y que requiere personajes más burdos y un lenguaje más popular.