«He vuelto al Instituto Katmere, pero me siento extraña, me atormentan cosas que no recuerdo haber vivido, y sigo luchando por comprender quién o qué soy realmente. Cuando empiezo a sentirme segura de nuevo, Hudson reaparece con sus ideas de venganza, insiste en que hay secretos que no conozco, secretos que pueden abrir una brecha entre Jaxon y yo para siempre. Pero enemigos mucho peores nos están esperando?»
«Con el Círculo atrapado en una jugada de poder y la Corte de Vampiros tratando de arrastrarme hacia su mundo, lo único que todos tenemos claro es dejar Katmere significaría mi muerte segura. Tengo que luchar, no solo por mi vida, sino por la de todos. Solo sé que salvar a las personas que amo requerirá sacrificio. Quizás más de lo que puedo dar.»
Llega la segunda parte de la nueva obsesión juvenil.
En 1937, Ernest Hemingway viajó a España para cubrir la Guerra Civil como corresponsal de la North American Newspaper Alliance. Tres años después terminóPor quién doblan las campanas, una historia de amor y muerte que se ha convertido en un clásico, y que sigue siendo una de las mejores y más hermosas novelas bélicas de todos los tiempos.
En sus páginas seguimos los pasos de Robert Jordan, un profesor norteamericano que lucha en el bando republicano como voluntario de las Brigadas Internacionales y especialista en explosivos. Cuando el general Golz le encarga la destrucción de un puente, crucial para evitar la contraofensiva de las tropas franquistas durante la batalla de Segovia, descubrirá en la sierra de Guadarrama los peligros de la guerra, pero también una intensa camaradería y el amor por María, una joven que huye del bando sublevado y le devolverá la pasión por la vida.
En 1925, una figura de camisa negra y gesto arrogante comienza a ocupar todos los intersticios de la vida pública italiana. Benito Mussolini, una vez que se ha convertido en el presidente del Consejo más joven de la historia de Italia, se prepara para el siguiente paso del proyecto fascista: fundir su nombre con el de su propio país. Pero la senda del autoritarismo no es sencilla: luchas internas en el partido, durísimas batallas parlamentarias, la amenaza revolucionaria, la necesidad de expandirse territorialmente, una turbulenta vida personal y palaciega, intentos de asesinato y la nueva relación con un joven Herr Hitler, cada vez más popular. Todo para que Mussolini, fascismo e Italia sean uno. Este proceso irá tomando cuerpo hasta que, en 1932, se cumpla una década de la marcha sobre Roma. Pero no hay tiempo para mirar atrás, el futuro parece encerrar una promesa brillante para el fascismo.