Acabada la Guerra de la Marca Argéntea, los combatiente se toman un respiro mientras una nueva historia comienza en la serie de la Leyenda de Drizzt
La oscuridad que había descendido sobre le Norte ha desaparecido, y un nuevo día amanece sobre un Mithril Hall victorioso. Pero por brillante que todo parezca en la superficie, Drizzt y sus compañeros saben que lo que acecha bajo sus pies continúa sumido en la maldad y cargado de un poder inimaginable.
Los elfos oscuros de Menzoberranzan, y el poderoso archimago Gromph entre ellos, no han acabado aún con Drizzt. Consumidos por sus propias peleas por el poder y sintiéndose acorralados, los drow podían estar lo suficientemente desesperados para invocar a las fuerzas demoníacas que habitan en lo más profundo del Abismo, y causar un desastre tal que ni siquiera la Infraoscuridad podría estar nunca preparada para ello.
Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 1760-París, 1828) se cuenta entre los más importantes literatos de la Ilustración española. Renovador del teatro y la poesía, así como férreo defensor de los modelos clásicos frente al culteranismo barroco, estuvo entre los más avezados promotores de la reforma estética neoclásica, que rubricó, en el terreno de la poesía, con una obra extensa y de cuidada factura, en la que brillan tanto la faceta del escritor serio como la del poeta lúdico y audaz.
Lo llamaron el robo del siglo, aunque el siglo recién empezaba. Por él acusaron y detuvieron a Picasso y Apollinaire, pero pronto tuvieron que soltarlos y asumir que no tenían ni idea de quién se había llevado la Gioconda de su sala del Louvre. La verdad se sigue discutiendo: lo más probable es que el cerebro de la operación fuera un argentino que se hacía llamar marqués de Valfierno. Con esa hipótesis, con esa historia oscura, Martín Caparrós construye una novela en la que recrea la vida del estafador que tuvo en vilo a Francia durante años y que confesó, poco antes de morir, que había planeado el robo por la razón más sorprendente.