En Ciudad de cristal, un escritor de novela policíaca se convierte por azar en protagonista de una investigación real y se ve actuando como un detective por las calles de la ciudad de los rascacielos mientras se cuestiona quién es en realidad. En Fantasmas, Azul es contratado por Blanco para seguir a Negro a todas horas, lo que le lleva a perderse en un laberinto de preguntas en el que no está claro quién persigue a quién. En La habitación cerrada, el personaje principal recibe el encargo de buscar a un amigo de la infancia desaparecido que ha dejado una maleta llena de manuscritos inéditos que deseaba que fueran publicados.
Irène Némirovsky escribió en todo momento y en todo lugar. Y, desde los veintiún años hasta su deportación y fallecimiento en el campo de concentración de Auschwitz, publicó constantemente. Algunas de sus novelas, como El malentendido, El vino de la soledad o Jezabel, aparecieron en revistas de la época antes de convertirse en libros, al igual que muchos de sus relatos breves, que se hicieron conocidos gracias a semanales de corte femenino. Más tarde, con el recrudecimiento de la guerra y los estatutos antisemitas del gobierno de Vichy durante la invasión alemana de Francia, las cosas se complicaron. Pese a necesitar el dinero más que nunca, sus historias comenzaron a ser rechazadas; y, cuando no lo eran, debía utilizar pseudónimos, como Pierre Neyret o Denise Mérande.?? No fue hasta sesenta años después de su muerte que Némirovsky encontró su lugar en el panteón de las grandes escritoras del siglo xx, a partir del premio Renaudot a su inconclusa novela Suite francesa.
¡No te pierdas el nuevo manhwa oficial que amplía el universo creado por Ubisoft! Si eres fan de Assassins Creed, el videojuego creado por Ubisoft con millones de jugadores en todo el mundo, no puedes perderte este nuevo cómic oficial protagonizado por Edward Kenway. dward Kenway vuelve al mar para vivir una aventura única en Asia. Sumérgete en el corazón de la acción con el Salto de Fe y luego embarca junto a él en la búsqueda de un tesoro misterioso, abandonado por los antiguos. En esta emocionante carrera contrarreloj, Asesinos y templarios no son los únicos que codician riquezas de una civilización perdida ¡Surca los mares junto a los piratas más astutos en un viaje épico a través del Mar de China!
La novela sobre amor, amistad y reencontrarse con uno mismo que no sabías que necesitabas.
Raúl, Miri y Elena siempre han estado muy unidos. Pero van a empezar su primer año de universidad, y parece que sus caminos podrían separarse?
Raúl se reencontrará con una persona de su pasado, Miri se verá envuelta en situaciones difíciles y, a Elena, los secretos de su vida en pareja no le serán nada fáciles de manejar. Menos mal que tienen la azotea, su lugar seguro, donde siempre han podido desahogarse y curar sus heridas?
Se dice que cuando John F. Kennedy hizo su famosa declaración en la radio, («no preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino más bien qué puedes hacer tú por el país»), Patricia Highsmith se levantó, fue a la cocina y dio de comer a los gatos. Estos animales, que desde siempre han fascinado a hombres y mujeres de letras —la lista es inagotable, pero baste nombrar a Baudelaire, Poe, Colette, Borges, Huxley, Cortázar, Hemingway y Doris Lessing—, fueron fi eles compañeros de Highsmith a lo largo de su vida. Llegó a tener seis, que dormían en su cama, se sentaban en su escritorio y fueron objeto de su obra literaria y artística de manera sostenida.
Mizoguchi es un joven poco agraciado, lo que lo ha convertido en un ser solitario, taciturno y acomplejado: el mal y lo trágico invaden sus pensamientos. Su única fascinación es el Pabellón de Oro de Kioto, del que su padre, monje budista, le ha hablado como la encarnación de la suprema belleza. Tras su muerte, Mizoguchi entra como novicio en dicho templo. Se pasa el tiempo admirándolo: es su único objeto de deseo, su obsesión. Pero cuando despierta en él la sensualidad, esta belleza suprema se va a interponer en sus relaciones amorosas y le va a impedir tener otras admiraciones o afectos, convirtiéndose en un obstáculo para la vida de verdad. En El Pabellón de Oro Yukio Mishima regresa a algunos de sus preocupaciones recurrentes: la pugna entre la belleza y su destrucción, entre la vida y la muerte, entre eros y tánatos; entre el nihilismo y la aceptación de lo irremediable, reflejo del Japón, a su parecer, decadente y humillado tras la guerra.
Traducción de Carlos Rubio