Las tragedias personales detrás del pasado colonial. Un libro sobre la injusticia y su necesaria reparación.
El 27 de abril de 1973, Liseby Elysé, que entonces tenía veinte años y estaba embarazada de cuatro meses, se subió al barco que zarpaba de la pequeña isla de Peros Banhos, del archipiélago de Chagos, en el océano Índico. Con ella viajaban el resto de los habitantes del lugar, a los que se iba a reubicar en la isla Mauricio. La alternativa era quedarse y morir de inanición. La explicación de ese éxodo forzado está en la Guerra Fría. Por motivos estratégicos, en los años sesenta los americanos decidieron instalar una base militar en el archipiélago, concretamente en la isla de Diego García, y no querían población autóctona en las islas cercanas. El lugar se lo habían ofrecido los británicos, porque era una posesión colonial suya y en 1965 la desgajaron de Mauricio y la convirtieron en el llamado Territorio Británico del Océano Índico.
Una fábula sociofantástica y psicológica, una bellísima reflexión sobre la enfermedad y lo corrompido.
El gran escritor mexicano Juan Villoro inició su andadura novelística en 1991 con El disparo de argón, que obtuvo el inmediato respaldo de la crítica y se tradujo al alemán y al francés.
Dos temas articulan la sugerente trama de esta novela: la mirada y la ciudad. Un espacio definido les sirve de vínculo: la clínica oftalmológica del doctor Suárez, versión mexicana de la célebre Clínica Barraquer en Barcelona. Casa de los signos, el edificio levantado por Suárez pretende servir a la vista y a la visión, a la salud y las formas trascendentes que entran por los ojos. Pero este ideal ocurre en un México convulso, donde el tráfico de órganos es una activa variante de la economía informal.
Cuando Elena y Jero se conocen en la otra punta del mundo, ambos buscan curar sus heridas en solitario. Sin embargo, entre las playas paradisiacas y los amaneceres inolvidables de Sri Lanka, se sorprenden coleccionando momentos que creían que jamás vivirían.
El amor les atraviesa y desordena todos sus planes, pero el viaje termina y deben regresar. Ella a Madrid y él a Barcelona. ¿Serán capaces de vencer sus miedos y luchar contra un destino que se empeña en alejarlos?
Esta novela no narra un amor épico; cuenta la historia de un amor de verdad. El que empieza cuando en la pantalla sale «The End» y la vida se entromete para complicar las cosas. En el que hay que luchar por el otro. El que da más miedo, porque es auténtico y puede convertirse en eterno.
¿Y si el imbécil al que odias fuese también el único hombre al que no logras resistirte?
Travis Anderson es, con toda probabilidad, el tipo más arrogante, bocazas e idiota que conozco. El problema es que también es el hermano del novio de mi mejor amiga. Ahora que Travis está viviendo en casa de Blake, a pesar de mis esfuerzos para evitarlo, acabamos coincidiendo durante un fin de semana. Y el encuentro termina siendo como el choque frontal de dos trenes a toda velocidad: devastador y... catastrófico.
Odio cómo me hace sentir.
Odio la forma en la que mi cuerpo reacciona cuando está cerca.
Y, sobre todo, odio que, a pesar de su impertinente actitud, me estoy empezando a divertir con esta estúpida guerra personal que hemos entablado.
Lo odio con todas mis fuerzas.
Pero, cuanto más descubro de él, más difícil se me hace continuar odiándolo.
En medio de un universo gélido y caótico, la poesía se abre paso como una reivindicación de la humanidad
Víctor del Árbol siempre ha practicado la escritura poética, sin darle difusión, como una emoción privada, y gracias a este, su primer libro de poemas, descubrimos una palabra clara y directa para abordar tanto los pequeños como los grandes temas de la vida (el amor, la infancia, la pérdida...), sentimientos y emociones de todo calibre, que se van dando con el paso de los años, a través de una sensibilidad y hondura que nos interpelan y nos retratan. Un verdadero hallazgo poético.
A cop begins seeing huge, blinking eyes where the headlights of cars should be that tell him who to pull over. Two freedom riders take a bus ride that leaves them stranded on a lonely road in Alabama where several unsettling somethings await them. A young girl dives into the depths of the Earth in search of the demon that killed her parents. These are just a few of the worlds of Out There Screaming, Jordan Peele’s anthology of all-new horror stories by Black writers. Featuring an introduction by Peele and an all-star roster of beloved writers and new voices, Out There Screaming is a master class in horror, and—like his spine-chilling films—its stories prey on everything we think we know about our world . . . and redefine what it means to be afraid.