Lou Clark sabe demasiadas cosas...
Sabe cuántos kilómetros hay entre su nuevo hogar en Nueva York y su nuevo novio, Sam, en Londres.
Sabe que su jefe es un buen hombre y sabe que su mujer le está ocultando un secreto.
Lo que Lou no sabe es que está a punto de conocer a alguien que va a poner toda su vida patas arriba.
Porque Josh le recordará tanto a un hombre que conocía que hace que el corazón le duela.
Lou no sabe lo que hará a continuación, lo que sí sabe es que lo que decida lo cambiará todo para siempre.
Las modistas de Auschwitz cuenta la historia de las veinticinco mujeres y adolescentes, la mayoría judías, que en medio del horror absoluto del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau fueron seleccionadas para confeccionar ropa a medida para las damas de la alta sociedad nazi. Sus habilidades se convirtieron en su única esperanza de salvarse de una muerte segura en las cámaras de gas.
Basándose en un impresionante trabajo de investigación, incluso en entrevistas con la última costurera superviviente, la novelista e historiadora Lucy Adlington ofrece una detallada e inestimable reconstrucción del vínculo de amistad que unía a aquellas valientes mujeres y su papel en la resistencia del campo, al tiempo que expone la codicia, la crueldad y la hipocresía del Tercer Reich.
«Sé lo que has hecho». Este mensaje, encontrado en el bolsillo del pantalón de Alaska Sanders, cuyo cadáver apareció el 3 de abril de 1999 al borde del lago de Mount Pleasant, una pequeña localidad de New Hampshire, es la clave de la nueva y apasionante investigación que, once años después de poner entre rejas a sus presuntos culpables, vuelve a reunir al escritor Marcus Goldman y al sargento Perry Gahalowood. En esta Ocasión contarán con la inestimable ayuda de una joven agente de policía, Lauren Donovan, empeñada en resolver la trama de secretos que se esconde tras el caso. A medida que vayan descubriendo quién era realmente Alaska Sanders, irán resurgiendo también los fantasmas del pasado y, entre ellos, especialmente el de Harry Quebert.
«¿Era la historia esa fantástica tergiversación de la realidad?»
Guatemala, 1954. El golpe militar perpetrado por Carlos Castillo Armas y auspiciado por Estados Unidos a través de la CIA derroca el gobierno de Jacobo Árbenz. Detrás de este acto violento se encuentra una mentira que pasó por verdad y que cambió el devenir de América Latina: la acusación por parte del gobierno de Eisenhower de que Árbenz alentaba la entrada del comunismo soviético en el continente.
Tiempos recios es una historia de conspiraciones internacionales e intereses encontrados, en los años de la Guerra Fría, cuyos ecos resuenan hasta la actualidad. Un suceso que involucró a varios países y en el que algunos verdugos acabaron convirtiéndose en víctimas de la misma trama que habían ayudado a construir.
Zinnia Gray, reparadora profesional de cuentos de hadas y la Bella Durmiente en receso, está por rescatar princesas que roncan. Una vez que hayas rescatado a una docena de doncellas y quemado cincuenta husos, una vez que te hayas emborrachado con veinte buenas hadas y te hayas besado con demasiados miembros de la familia real, empiezas a desear que algunas de estas chicas simplemente se controlen y tratar de resolver sus propios problemas narrativos.
Justo cuando Zinnia comienza a pensar que no puede manejar a una princesa más, se mira en un espejo y ve otra cara que la mira: la cara sorprendentemente hermosa del mal, que le pide ayuda. Porque hay más de una persona atrapada en una historia que no eligieron.
La Reina Malvada de Blancanieves ha descubierto cómo termina su historia a partir de lo que podría ser el libro de cuentos de hadas de Zinnia y está desesperada por un final mejor. Quiere que Zinnia la ayude y necesita hacerlo antes de que sea demasiado tarde para todos. ¿Zinnia aceptará la solicitud venenosa de la Reina y los salvará a ambos de los zapatos de hierro candente que los esperan, o intentará otro camino?
Hugo Mujica nació en Avellaneda (Buenos Aires, Argentina) en 1942. Si bien comenzó a escribir a los cuarenta años, actualmente es uno de los poetas latinoamericanos de mayor relevancia. Entre ensayos, cuentos y poesía, lleva publicados una treintena de libros, algunos de ellos traducidos a más de quince idiomas. En un río todas las lluvias es el libro mismo un río, en el sentido que Mujica le otorga: un lugar de la escucha, de lo que pasa, pero también de lo que ese pasar va revelando, va susurrando. Poemas en los que no hay ni nostalgias de un pasado mejor, ni desprecio a nuestro presente; poemas cuya reiterada exigencia es vivir, enfrentarse a la vida desnuda. Poesía que no teme a la finitud, sino que busca abrazarla, ahondarla hasta llegar a su raíz, hasta lo que tiene de sagrado. Una poesía que, además de río, es lluvias: un libro que fecunda y nos invita a ser lo que somos antes de haberlo creado.
Ariel Dorfman (Buenos Aires, 1942) es un escritor chileno cuyos libros han sido traducidos a más de cincuenta idiomas y sus obras teatrales, entre ellas La muerte y la doncella (1991) y Purgatorio (2011), representadas en más de cien países. Divide su tiempo entre Santiago de Chile y Durham, Carolina del Norte, donde es profesor emérito de Literatura en la Universidad de Duke. Entre sus novelas destacan Konfidenz (1994) y Allegro (2015). Margaret Atwood ha calificado sus poemas como «profundamente conmovedores; austeros y a la vez extrañamente radiantes», W. S. Merwin como «mapas de la imaginación, de la imaginación compasiva, una rara fuente de esperanza» y John Berger ha dicho sobre su obra: «Tenía que suceder algún día: un escritor, una víctima, un revolucionario, que puede ver a Dios en el vértigo de la experiencia. Tenía que suceder algún día, pero no necesariamente acompañado de la accesibilidad y grandeza de Dorfman. ¡Gracias a Dios!». En este nuevo libro, el autor explora las fronteras que unen y separan a los vivos y los muertos, haciendo hablar a Picasso, Dante, Blake, Colón y Hammurabi, además de dar voz a hombres y mujeres que tratan de resucitar con sus ardientes palabras a los amantes desaparecidos en el torbellino del más allá.
Ambientada «En la tierra británica más allá de los mares» durante la Era de la Caballería, la Balada de Aotrou e Itroun habla de un Lord y una Dama bretones sin hijos (Aotrou e Itroun) y la tragedia que les sucede cuando Aotrou busca remediar su situación con la ayuda de una poción mágica obtenida de una corrigan, o hada malévola. Cuando la poción tiene éxito e Itroun da a luz gemelos, el corrigan regresa en busca de su pago, y Aotrou se ve obligado a elegir entre traicionar su matrimonio o perder la vida.
Viniendo del lado más oscuro de la imaginación de J.R.R. Tolkien, La balada de Aotrou e Itroun, junto con los dos poemas más cortos de «Corrigan» que conducen a él y que también se incluyen aquí, fue el resultado de un período comparativamente corto pero intenso en la vida de Tolkien, cuando estaba profundamente comprometido con el arte celta, y particularmente el bretón, el mito y la leyenda.
La fama de la desapacible Kimberly Clark Weymouth, una pequeña ciudad eternamente aquejada por heladas ventiscas y mucha nieve, y donde Louise Feldman ambientó el clásico infantil La señora Potter no es exactamente Santa Claus, permitió a Randal Peltzer abrir una exitosa tienda de souvenirs. Cada día, la ciudad recibe a lectores de la excéntrica escritora y, a regañadientes, vive de ella. Pero ¿qué pasaría si, harto de un destino que no ha elegido, Billy, hijo de Randal, decidiese cerrar la tienda para mudarse a otra ciudad? ¿Podría Kimberly Clark Weymouth permitirse dejar de ser el lugar que ha sido siempre y convertirse en otra cosa? Bajo la exuberante prosa y la imaginación sin límites de Laura Fernández, se esconde una sólida historia sobre la maternidad, la creación y la renuncia, el arte como refugio y la soledad del incomprendido, en este cruce entre una novela de Roald Dahl para adultos y unalocado y digresivo T.C. Boyle que hubiera leído más de la cuenta a Joy Williams. La señora Potter no es exactamente Santa Claus pretende hacer saltar por los aires la sola idea de la existencia del relato, o del relato único de aquello que somos, porque si algo somos es una infinidad de posibilidades.