Con cuatro años, Marta Rota perdió a su padre, y en cierto modo también a su madre, pues Margarita Jovani tuvo que ganarse la vida para mantener a su familia.
Procedente de una familia de sastres barceloneses, Margarita se había criado entre telas, hilos y patrones, y se le daba muy bien percibir la belleza que puede sacar a la luz o realzar la alta costura, un don heredado y potenciado por Marta.
Esta niña, con una intuición fuera de lo común para combinar colores y prendas, abandonó a edad temprana unos estudios que poco le ofrecían, porque ella solo tenía un deseo: vestir a las mujeres.
Este volumen, preparado en exclusiva por su hijo Jeff Berlin para los lectores en español, reúne quince relatos inéditos en nuestro idioma, diez de ellos publicados originalmente en sus libros de cuentos, pero no incluidos en Manual para mujeres de la limpieza ni en Una noche en el paraíso; algunos solo aparecidos en revistas, como el impactante «Suicidio», y otros totalmente inéditos, como «Manzanas», su primer cuento, y «Las aves del templo», memorable retrato de la vida en pareja. También, una serie de reveladores artículos, ensayos (entre los que se encuentra «Bloqueada») y extractos de sus diarios nunca antes publicados. Jeff Berlin nos brinda información privilegiada sobre los textos y su génesis, además de un breve recorrido final por la vida de Lucia.
La productora de televisión Laurie Moran y su prometido, Alex Buckley, antiguo presentador de su programa de televisión de investigación, están a pocos días de su boda a mediados de verano cuando las cosas toman un oscuro giro. Johnny, el sobrino de siete años de Alex, desaparece en la playa, lo que desencadena un dispositivo de búsqueda.
Los testigos recuerdan a Johnny jugando en el agua y recogiendo conchas detrás de la cabaña de la playa, pero nadie recuerda haberlo visto por la tarde. Al ponerse el sol, la tabla de skimboard de Johnny llega a la orilla y todos se dan cuenta de que podría estar en cualquier parte, incluso bajo el agua.
En medio de la noche polar azotada por el viento y la lluvia, Herjólfur, el nuevo inspector jefe de la policía de Siglufjördur, es asesinado a sangre fría en una casa abandonada a las afueras de la ciudad. ¿Qué lo llevó allí a esa hora, a ese lugar sobre el que se cuentan desde hace años misteriosas historias? Ari Thór iniciará una investigación al lado de Tómas, su antiguo superior, quien viaja desde Reikiavik para apoyarle en la búsqueda del asesino: ¿a quién puede beneficiar la muerte de un policía? ¿Y acaso no tienen muchos de los habitantes del pueblo una buena razón para querer sembrar el caos? Elín, que huye de un pasado violento; Gunnar, el alcalde, que esconde antiguos secretos… Para armar el rompecabezas, Ari Thór también deberá escuchar una voz que le susurra, oculta tras los muros de un hospital psiquiátrico, y que quizá tenga la clave del enigma.
En Leopardo Negro, Lobo rojo, Sogolon, la Bruja Luna, demostró ser un personaje secundario fascinante: una hechicera de 177 años con sus propios intereses, que supo encandilar al público lector y que fue un digno adversario para el Rastreador durante la búsqueda del misterioso niño desparecido. En Bruja Luna, Rey Araña, ha llegado su turno: Sogolon adquiere el protagonismo y ofrece su propia versión de lo ocurrido, su propio relato de lo que le sucedió al niño, de cómo planeó y luchó, triunfó y fracasó en esa búsqueda. Pero esta novela es también la historia de una enemistad de un siglo entre Sogolon y Aesi, el canciller del rey, un personaje oscuro, letal y poderoso, a quien no es fácil desafiar. Sogolon lo hace por sus propios motivos.
En un giro narrativo brillante, Bruja Luna, Rey Araña muestra la historia contada en Leopardo Negro, Lobo Rojo desde la perspectiva de esta mujer indomable que no se inclina ante ningún hombre, mientras ahonda en la lucha que se desarrolla en el interior del imperio.
Faltan dos semanas para la boda de la teniente Valentina Redondo y Oliver Gordon. En plenos preparativos, los sorprende la noticia de un atentado masivo en el Templo del Agua del famoso balneario cántabro de Puente Viesgo.
Las instalaciones del idílico paraíso de agua estaban ocupadas por un grupo de empresarios, y todo apunta a que la masacre ha sido perpetrada con una peligrosísima arma química. Valentina tendrá que cooperar con el ejército y con un equipo de la UCO para resolver el crimen.
Pronto descubrirán que un cerebro hábil y cruel ha puesto en marcha una maquinaria infalible, ejecutando cada uno de sus movimientos con extraordinaria frialdad, en un claro desafío a la inteligencia y a las habilidades deductivas de Valentina y del propio lector. La teniente Redondo llegará a dudar de los pasos que debe seguir, porque las sospechas no tardarán en recaer sobre alguien que jamás ha visto pero que, en el fondo, siente que conoce. El peligro es un latido que no se extingue nunca.