Regresa el maestro moderno del noir, en su más descarnada esencia, con una novela basada en el personaje real Freddy Otash, malévolo monarca de la clandestinidad en el Los Ángeles de los años cincuenta.
Freddy Otash es un expolicía en horas bajas. Liquidó a un asesino de polis a sangre fría, así que el jefe William H. Parker lo despachó. Ahora es un detective privado con mala reputación, un artista de la extorsión y sobre todo el matón jefe de Confidential, la revista sensacionalista que esparce cotilleos sobre las flaquezas de misántropas estrellas de cine y difunde trapos sucios de políticos papanatas y gente de la alta sociedad con inclinación por el sexo sucio. Jack Kennedy, James Dean, Montgomery Clift, Burt Lancaster, Liz Taylor, Rock Hudson... Freddy el Frenético los ha puesto en evidencia a todos. Era el Cacique del Cotilleo que tomó a Hollywood como rehén, y ahora, desde el purgatorio, ha venido a confesarlo todo.
Narrado con la voz brutalmente divertida de Freddy, Pánico es una virulenta revelación, sin ambages, de la corrupción y la paranoia, del pecado y la redención.
«Una carta dice Marina Tsvietáieva- es una forma de comunicación fuera de este mundo, menos perfecta que el sueño, pero sujeta a sus mismas leyes. Ni la carta ni el sueño se dan por encargo: se sueña y se escribe no cuando nosotros queremos, sino cuando ellos quieren: la carta ser escrita y el sueño ser soñado.» En este epistolario, uno de los más hermosos que ha dado la literatura, presenciamos algo así como un milagro: el de la sintonía entre tres grandes poetas que establecen una conversación entre iguales. Cada uno ve en el otro a alguien muy próximo en espíritu. En estas páginas, las fronteras entre cartas, ensayos y poemas se difuminan y afloran reflexiones como las de Pasternak en torno a la creación literaria y versos como los de la «Carta de Año Nuevo» de Tsvietáieva o los de la «Elegía» de Rilke.
Segundo tomo de esta saga del padre del cyberpunk.
Enviaron un sabueso explosivo en busca de Turner por Nueva Delhi, cargado con sus feromonas y el color de su pelo.
Las zaibatsu Biolaboratorios Maas y Hosaka se enfrentan por la dominación mundial, mientras mercenarios como Turner o vaqueros del ciberespacio como el Conde Cero no son más que peones de un juego que escapa a su comprensión: útiles, pero prescindibles en última instancia.
Cuando Turner despierta en México con un nuevo cuerpo y junto a una mujer bonita, sus jefes corporativos le dejan recuperarse durante un tiempo para luego reactivar su memoria y hacer que lleve a cabo una misión aún más peligrosa que la que estuvo a punto de matarlo. El diseñador jefe de Biolaboratorios Maas dice que quiere desertar a Hosaka, y el trabajo de Turner es que lo consiga sano y salvo.
Conde Cero es un contrabandista de datos del extrarradio, y no está preparado para lo que le ocurre cuando la deserción del diseñador hace estallar una guerra en el ciberespacio. Se ve rodeado por dioses vudú de la red y ángeles de los programas, y su única esperanza es que las megacorporaciones y los superricos estén muy ocupados en el mundo virtual, tanto como para no percatarse del pirata informático novato con ese equipo del mercado negro que intenta sobrevivir a toda costa…
Édouard Louis se ha convertido en una de las plumas más temidas entre el poder establecido. Dotado de un estilo singular y una voz inconfundible, el nuevo enfant terrible de las letras galas ha transformado sus experiencias y sentimientos más íntimos en lacerantes historias de denuncia y catarsis, como su violación en vísperas de Navidades en Historia de la violencia o la tormentosa relación paternofilial en Quién mató a mi padre.
En Lucha y metamorfosis de una mujer, Louis prosigue su ambicioso proyecto autobiográfico, que en esta ocasión focaliza en la figura de su madre, una mujer «apartada de todo, sojuzgada e incluso a veces humillada por la violencia masculina, que a los cuarenta y cinco años se rebeló, huyó y, poco a poco, construyó su libertad».
Hito de la literatura fantástica, La invención de Morel (1940) es una novela de amor y aventuras sobre los extraños acontecimientos que descubre un fugitivo al llegar a una isla desierta, en la que de pronto se manifiestan habitantes espectrales.
Gracias a la brillante imaginación De Adolfo Bioy Casares, lo inexplicable hallará su razón de ser en un asombroso postulado científico, pero entretanto el narrador caerá presa de sus impulsos más irracionales, hasta vislumbrar no solo la realización de una pasión imposible, sino una suerte de inmortalidad.
Durante la noche del 24 al 25 de julio de 1938, la XI Brigada Mixta del ejército de la República cruza el río para establecer una cabeza de puente en Castellets del Segre. En las inmediaciones del pueblo, medio batallón de infantería, un tabor marroquí y una compañía de la Legión defienden la zona. Está a punto de comenzar la batalla del Ebro, la más cruda y sangrienta que se libró nunca en suelo español.
Combinando de forma magistral la ficción con datos históricos y testimonios personales, Arturo Pérez-Reverte sitúa al lector, con sobrecogedor realismo, entre quienes, voluntarios o a la fuerza, lucharon en los frentes de batalla de la Guerra Civil. Sus nombres no son los que recuerda la Historia, pero cuanto les sucedió resuena en estas páginas con el dramatismo de una memoria que nos pertenece a todos.